El continente asiático en general y China en particular plantean para la vitivinicultura argentina uno de los grandes interrogantes en términos de crecimiento y de colocación de vino. Desde el sector aseguran que hay potencial para seguir creciendo, pero el ritmo al que se desarrollan los negocios es menor al registrado en mercados de mayor expansión como Estados Unidos.
Un reciente estudio publicado por el Observatorio Vitivinícola Argentino indica que el consumo de vino en China aumentaría entre 40% y 60% entre 2011 y 2018.
“Los únicos países asiáticos con una superficie significativa de viñedos son Japón, Corea y China. Alrededor del 1% de la superficie de Corea del Sur se ha destinado a vid en las últimas dos décadas y sólo el 0,4% de la japonesa. En contraste, la participación de la superficie con vid en China se ha duplicado desde principios de este siglo”.
En el acumulado enero – mayo de 2015 las exportaciones de vino a China registraron un aumento importante tanto en volumen (62%) como en valor (42%).
El reporte destaca que “el precio promedio del vino importado en Asia creció un 7% por año entre 2000 y 2009, mientras que en el resto del mundo fue del 5,5%”.
Agrega: “Otro elemento que ha jugado fuerte en la expansión del vino en China ha sido la ingente importación de vinos a granel, el cual se corta con la producción local y se envasa como ‘Producto de China’. Legalmente, esto es posible con sólo el 10% de contenido local en la botella”.
Evaluando Asia, el informe señala que quedan sólo 5 países asiáticos más Hong Kong y Taiwán, donde el consumo per cápita de vinos de uvas aún no ha excedido los 0,2 litro por año.
En todos estos países, los niveles de 2012 superan ampliamente los de 2000, pero el aumento más dramático se ha dado en China. Durante la primera década de este siglo, el vino duplicó su participación en el consumo de alcohol, pero esto solo lo ubicó en el 3%.
El rápido proceso de envejecimiento y mayor acceso a la educación de la población en las economías emergentes en Asia también favorece la expansión de la demanda de vinos. Por cierto, el nuevo giro hacia la austeridad impuesto por el nuevo gobierno de China ha desalentado el consumo de vinos demasiado caros desde 2014, pero esta influencia es mucho menor en vinos de menor calidad, los cuales constituyen el gran volumen.
Con respecto a la dependencia de vinos importados, varió desde el 15% en China, al 68% en Japón, 96% en Corea y 100% para el resto de países asiáticos.
El ingreso, población y cambios en las preferencias significan que el volumen consumido en Asia crece sostenidamente hasta el período 2018, excepto en Japón, donde el crecimiento se limita a vinos súper premium.
Para China el aumento es de alrededor de dos tercios en los dos primeros escenarios y un poco menos de la mitad en el tercero (de menor crecimiento), mientras que para otros países emergentes asiáticos el crecimiento sería el mismo en ambos.