China domina el mercado del fútbol

Las tres contrataciones más caras de la temporada fueron de clubes chinos: los brasileños Teixeira y Ramires, y el colombiano Martínez.

China domina el mercado del fútbol

El mercado de transferencias del fútbol ya no es dominio exclusivo de los clubes europeos. Al menos este año, China se convirtió en el destino predilecto de los jugadores más caros. La inversión de los clubes chinos en jugadores ha aumentado a un ritmo acelerado en años recientes, pero llegó a un nuevo e inesperado nivel a principios de 2016, cuando, en cuestión de pocos días, se rompió tres veces el récord de la transferencia más cara.

Los tres fichajes más caros en todo el mundo fueron de clubes chinos, superando por mucho el dinero gastado por equipos europeos. Jiangsu Suning sacudió el mercado ayer al fichar al volante brasileño Alex Teixeira, de Shakhtar Donetsk, por 50 millones de euros (56 millones de dólares), superando la marca anterior de 42 millones de euros que Guangzhou Evergrande pagó hace apenas dos días al Atlético de Madrid por el ariete colombiano Jackson Martínez. Jiangsu también pagó 28 millones de euros a Chelsea por el mediocampista brasileño Ramires.

“Parece que China tiene el poder financiero para trasladar toda una liga europea a China”, observó el técnico de Arsenal, Arsene Wenger, quien dirigió al Grampus Eight en Japón antes de llegar a los Gunners en 1996. “Es la consecuencia de su poder económico, y ahora lo tienen. ¿Existirá el deseo de mantenerlo?”.

El mercado chino está abierto hasta el 26 de febrero, y vuelan las conjeturas sobre quién será el próximo futbolista que emigra a esa liga. El presidente chino Xi Jinping es un reconocido fanático del fútbol, que cada vez gana más adeptos en el país más poblado del planeta.

Liu Yongzhou, presidente de Guangzhou, admitió que eso es una presión para su club, y para el técnico Luiz Felipe Scolari, para mantenerse al frente de la curva.

“Estamos satisfechos con el plantel que tenemos, pero incluso como campeones de China y de Asia, siempre estamos tratando de mejorar”, dijo Liu a AP. “La clave para ser un buen equipo es siempre aspirar a ser mejor. La Súper Liga china es cada vez más fuerte, y es importante que nosotros sigamos mejorando”.

“También tenemos metas de ser exitosos en Asia”. La meta final de Evergrande es convertirse en uno de los mejores equipos del mundo. Al menos en términos financieros, ya está cerca. Rivales en China, como Shanghai SIPG, están ansiosos por arrebatarle la supremacía doméstica e incluso continental. Shanghai, subcampeón de 2015, tiene como técnico al ex timonel de Inglaterra y México, Sven-Goran Eriksson, quien cuenta con una delantera con Asamoah Gyan y Elkseon, y quiere sumar al holandés Robin van Persie.

Guangzhou cuenta con el respaldo financiero del desarrollador Evergrande y Alibaba, uno de los principales portales de comercio electrónico en el mundo, mientras que Shanghai es financiado por Shanghai International Port Group. Wenger indicó que hay que ver si este boom de los clubes chinos es algo duradero, tomando en cuenta que ya hubo burbujas similares en Japón, Rusia y Ucrania que luego detonaron.

“Recordemos, que hace algunos años Japón empezó a hacer lo mismo y luego desaceleraron. No sé cuándo profundo sea el deseo en China, pero si hay un elemento político fuerte, deberíamos preocuparnos”, apuntó.

Las grandes inversiones en China no han sido sólo de los principales clubes. Hebei, que tiene el respaldo de una compañía de desarrollo de parques industriales, es un club desconocido y recién ascendido a la primera división, pero fichó al delantero Gervinho de la Roma por 18 millones de euros. Jiangsu ha sido tradicionalmente un equipo de la mitad de la tabla, pero desde que fue adquirido por un conglomerado comercial cuenta con unos 200 millones de dólares en fondos para transferencias.

Shanghai Shenhua, propiedad de una empresa de bienes raíces, ya contaba con Tim Cahill antes de fichar al colombiano Fredy Guarín por 13 millones de euros.

“Cuando China invierte, lo hace en una escala épica y por encima de cualquier obstáculo”, dijo Simon Chadwick, profesor de Empresas Deportivas en la Universidad de Salford. “Por lo tanto, hay motivos para creer que en 10 años, posiblemente en cinco, China será un protagonista en el fútbol mundial”. El país también desarrolla academias juveniles, para asegurar que estas inversiones rindan dividendos a largo plazo.

Tom Byer, un experto en desarrollo de juveniles, es asesor del Ministerio de Educación chino que ha implementado un programa de fútbol en las escuelas. “No creo que haya otro programa similar de esta escala en el mundo”, dijo. “El gobierno se toma en serio el desarrollo, y también sabe que el desarrollo a nivel de inferiores no es la parte glamorosa del deporte”.

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