China anunció ayer que incrementará su gasto militar “en cerca de un 7%” en 2017 para protegerse contra toda “injerencia externa” en sus aspiraciones territoriales regionales, en aparente referencia a Estados Unidos.
La estimación del incremento del presupuesto de Defensa fue realizada por Fu Ying, portavoz de la Asamblea Nacional Popular china (ANP).
El anuncio se realiza cada año a principios de marzo, pero en esta oportunidad ocurre días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara un aumento del 10% del presupuesto de defensa de su país, el más importante del mundo, muy por delante del de China.
El aumento chino representa una estabilización tras el crecimiento del año pasado, que había elevado el presupuesto militar oficial a 954.000 millones de yuanes (140 mil millones de dólares).
Algunos analistas asiáticos y occidentales estiman sin embargo que los gastos reales del Ejército chino son más importantes.
El presupuesto militar chino es monitoreado con atención por sus vecinos asiáticos, sobre todo a causa de las pretensiones de Pekín en el mar de la China Meridional.
Interrogada acerca de la amenaza militar que puede representar su país, Fu rechazó cualquier eventual crítica.
“Estos 10 últimos años han dado lugar a numerosos conflictos y guerras en el mundo, que causaron numerosos muertos y heridos (...) ¿Cuántos fueron causados por China?”, se preguntó. “China nunca perjudicó a ningún país”, aseguró.
"Salvaguardar la soberanía"
"Instamos a una solución pacífica a través del diálogo y las consultas (de las disputas territoriales). Al mismo tiempo, necesitamos tener la capacidad de salvaguardar nuestra soberanía, intereses y derechos", aseguró Fu Ying a la prensa.
"En particular, tenemos que protegernos contra la injerencia externa en las disputas", dijo.
China ha multiplicado por 10 su presupuesto de Defensa en 15 años, pero sigue estando lejos del de Estados Unidos. El Ejército norteamericano recibe 604.500 millones de dólares, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), basado en Londres.
El gasto militar de Pekín es sin embargo mucho más importante que el de Rusia (3º mundial, con 59.000 millones de dólares), Arabia Saudí (57), Gran Bretaña (53) o Francia (48).
El Ejército chino, cuyas tropas se redujeron a la mitad en los años 1980, sigue siendo el más importante del mundo en cantidad de efectivos (dos millones), si no se considera a la OTAN en su conjunto.
Capacidades distintas
Unos informes recientes mostraron que Pekín podría estar militarizando las islas artificiales en el mar de la China Meridional.
Eso preocupa a Washington, que considera las actividades chinas en la zona una potencial amenaza a la libertad de navegación a través de las vías marítimas estratégicas.
Brunei, Malasia, Filipinas, Vietnam y Taiwán se oponen a las aspiraciones territoriales chinas.
Unas recientes imágenes captadas por satélites indican que China está completando estructuras destinadas a albergar misiles tierra-aire (SAMs) en algunas de esas islas, según la Asia Maritime Transparency Initiative, con sede en Washington.
Las futuras tendencias en la región "dependerán de las intenciones norteamericanas en la región y las actividades de Estados Unidos en cierta medida establecen el barómetro de la situación", comentó Fu.
“Probablemente, a Estados Unidos le preocupe fundamentalmente que China pueda alcanzar las capacidades norteamericanas, pero somos un país en vías de desarrollo. Hay una enorme distancia entre las capacidades de Estados Unidos y China”, agregó.
Los medios oficiales chinos indicaron recientemente que China estaba probando la última versión de su cazabombardero de quinta generación, como parte de una campaña destinada a poner fin al monopolio occidental en materia de aviones militares.
En diciembre, China envió por primera vez su portaaviones a navegar por el oceáno Pacífico y realizar ejercicios militares, según unos informes chinos.
En otoño, congreso del PC
La sesión anual de la Asamblea Nacional Popular tiene su significado. Habitualmente, es un acontecimiento con poca trascendencia real más allá de una impresionante puesta en escena: en el Gran Salón del Gran Palacio del Pueblo, cerca de 3.000 delegados se reúnen para aplaudir al unísono a los líderes y aprobar, con poco debate, las leyes del régimen.
Pero la de este año es la última que se celebra antes de que el próximo otoño el Partido Comunista -la verdadera entidad de poder- celebre su 19 congreso quinquenal, en el que se renovarán dirigentes: de los siete miembros del Comité Permanente, el mayor órgano de poder, solo continuarán el presidente chino, Xi Jinping, y Li Keqiang.
Profunda reforma bélica
Los analistas creen que el presupuesto oficial chino no incluye todo su gasto real en Defensa: el Instituto de Investigación de Estocolmo para la Paz Internacional (Sipri) calcula que en 2015 la potencia asiática destinó 214.485 millones de dólares, un 1,9% del PIB.
China ha acometido desde 2015 una profunda reforma de sus fuerzas armadas para mejorar su eficiencia, que incluye el despido de 300.000 de sus 2,3 millones de militares, la reestructuración de sus mandos -decenas de altos oficiales han sido detenidos por corrupción- y la inversión en tecnología puntera, especialmente para la Marina y la Fuerza Aérea.