La Super League (CSL) china cerró su mercado invernal como la competición que más ha gastado en refuerzos, por delante de la Premier League inglesa, con un desembolso de 331 millones de euros, lo que alimenta el sueño chino de convertirse en una potencia mundial del fútbol.
Durante el reciente período de fichajes se superó hasta en cuatro ocasiones el récord del fichaje más caro del campeonato chino, establecido finalmente en los 50 millones de euros desembolsados por el Jiangsu Suning para contratar al brasileño Alex Teixeira (ex-Shakhtar Donetsk).
Los clubes del opulento campeonato de Inglaterra gastaron ‘sólo’ 253 millones de euros durante su propio mercado invernal de fichajes.
La CSL ha visto la llegada de 163 nuevos jugadores, muchos de los cuales son jugadores extranjeros de renombre como Ezequiel Lavezzi (PSG), Ramires (Chelsea), Jackson Martínez (Atlético Madrid) o Gervinho (Roma).
Este flujo está alimentado por las ambiciones del presidente chino Xi Jinping, aficionado confeso del fútbol, que manifestó en 2011 su deseo de que China se clasifique, albergue y gane una Copa del Mundo.
Los clubes de la CSL han gastado más que cuatro de las grandes ligas europeas juntas (Italia, Alemania, España y Francia).
Incluso la ‘modesta’ China League One (segunda división) ha invertido en fichajes más que la Bundesliga alemana (57 contra 53 millones de euros).
La primera división del gigante asiático además ha gastado más de la mitad de la suma total (169,5 millones de euros) en la adquisición de sólo seis jugadores extranjeros (tres de ellos brasileños), casi todos ellos procedentes de campeonatos europeos.