El gobierno de China anunció este viernes que cerrará partes de la Gran Muralla y otros lugares públicos de Pekín para evitar los contagios por el coronavirus que ya infectado a centenares de personas en el país.
Según informaron las autoridades del país asiático, las tumbas de la dinastía Ming y el parque Jingshan estarán cerrados a partir de este sábado. El estadio nacional de Pekín, conocido como 'nido de pájaro', tampoco abrirá sus puertas.
China ha informado de 830 personas contaminadas, de las cuales 26 fallecieron. De ese total de casos, 117 son considerados de gravedad. Un total de 34 pacientes se han "curado" y han abandonado el hospital, y un millar de casos sospechosos están siendo examinados.
El gobierno ordenó la construcción en 10 días de un hospital exclusivamente destinado a recibir a las víctimas en el foco de la epidemia, la ciudad de Wuhan (centro), de 11 millones de habitantes. Los obreros trabajan ininterrumpidamente para tenerlo listo el 3 de febrero.
Con las medidas de cuarentena implementadas, el número de chinos afectados por la emergencia equivale casi a la población de Argentina.
Las similitudes de la nueva cepa con el Síndrome Respiratorio Severo Agudo (SRAS), que mató a más de 650 personas en China y Hong Kong entre 2002 y 2003, han causado la alarma entre autoridades y población.
Dos de las muertes que fueron confirmadas este viernes por las autoridades sucedieron en Hebei, una región que rodea Pekín, y Heilongjiang, fronteriza con Rusia.
Nepal anunció un caso confirmado, el primero en el sur de Asia. Estados Unidos confirmó dos casos, y 50 sospechosos.
La OMS dijo que China hace frente a una emergencia nacional pero evitó hacer una declaración a nivel internacional que hubiera tenido mayor cooperación mundial pero que, al mismo tiempo, hubiera entrañado eventuales restricciones comerciales y de viajes.