Jorge Sosa - Especial para Los Andes
Era lógico que despertara, estoy mencionando a China que muchas veces fue mencionado como “el gigante dormido”. Son mil cuatrocientos millones de personas, algunas agarradas con pies y manos a los límites para no caerse del mapa. El despelote de votos que se debe armar en cada elección. Un mercado así tan poderoso bien puede empardar y aún superar a las grandes potencias.
China es un país especial donde todavía no se ha descubierto la ictericia. Cuando en china un semáforo se pone en amarillo es que pueden cruzar los peatones. Los referís chinos, ante la falta de algún jugador de fútbol, no sacan tarjeta amarilla, muestran la mano, nomás. Se casaron un negro y una china y ella, a los nueve meses dio a luz un taxi. Los pibes chinos juegan al “bife con leche” porque están podridos de arroz.
Macri está en China, dice que cuando vio las famosas murallas dijo: “Si así es la medianera no quiero ni imaginarme lo que ha de ser el patio”.
Con los sucesivos cambios y enfrentamientos que ocurrieron en ese país fundamentalmente en el siglo pasado, China, permanecía en estado de letargo, de postración. Con Mao dio un paso adelante en la integración y hoy es una realidad tan tangible, tan promisoria que todos quieren ser socios de China.
Mientras tanto conserva sus matices culturales. Sabido es que los chinos son proverbiales en hacer proverbios. Los proverbios chinos son toda una instrucción de vida, o una descripción de la vida misma. Hay cientos de miles de ellos. Les damos una breve muestra: Un adolescente es aquel que piensa que por ahí sus padres tienen razón, pero ya se les va a pasar.
Cuando el té iba a salir su madre le dijo: Llevate el saquito, nene.
El agua era un líquido insípido hasta que se inventó el cloro.
Para los que están afuera del tren es muy peligroso asomarse al interior.
El patrono de los borrachos es San Gría
Si las gallinas tuvieran un embarazo de nueve meses los huevos serían carísimos.
El animal que puede permanecer más tiempo sin beber es el cactus.
Adán y Eva salían del paraíso y comentaban: “Mirá si nos hubiéramos comido una sandía”.
Ese asunto de que el hombre desciende del mono lo inventaron para desprestigiar a los monos.
Siempre es bueno tener 20 años en un rincón del corazón aunque es mejor tenerlos en el documento de indentidad
Las curanderas están pasando un mal momento, ya nadie se empacha.
Cuando un gallo contrae carraspera es que tiene un hombre en la garganta.
Nuestro presidente está chocho con su viaje a China y lo colocó en la cúspide de los viajes presidenciales diciendo que era un viaje histórico. Seguramente habrá plasmado acuerdos que beneficien a nuestro país, pero también a los Chinos, ¿O nos pensamos que China es un cotolengo que existe para ayudar a países pobres? Algunos beneficios habrán de querer los de ojitos rasgados.
Tendremos que analizar muy bien los contenidos de los acuerdos porque podemos terminar todos con Tablet pero muertos de hambre. Algo hay de positivo con nuestros vinos. Si logramos que todos los chinos tomen un trago de vino todos los días, un solo trago, podemos venderles la producción de Mendoza de cinco años de una sola vez.
Sin conocerlos ya adelanto una ventaja, a los chinos les gusta la soja, la usan hasta para lustrar los zapatos y nosotros tenemos tanta soja que en algunos lugares la siembran a los costados de los caminos, en las banquinas, en cualquier lugar donde sea posible arrojar una semilla.
Son mil cuatrocientas bocas para alimentar, y nuestro país es un productor de alimentos. Es más, si quieren postre también se lo vendemos.
Pero atención un país que esté en su primavera no es amarillo, si es amarillo es un país que ya está atravesando el otoño.