La "Naranja Mecánica" versión Van Gaal ganó el grupo con puntaje ideal

Holanda venció 2-0 a Chile y logró el primer puesto de la zona B. Los dos goles llegaron desde el banco: Fer y Depay. Un juego muy táctico entre dos equipos de alto nivel. Mirá los goles.

La "Naranja Mecánica" versión Van Gaal ganó el grupo con puntaje ideal
La "Naranja Mecánica" versión Van Gaal ganó el grupo con puntaje ideal

Tres triunfos, puntaje ideal, diez goles a favor y tres en contra, primero del Grupo B y con un potencial que lo lo convierte en un candidato a llegar a las instancias decisivas de la Copa del Mundo. Con semejante cartas credenciales, Holanda pareciera ser el equipo a vencer, cual si fuera la continuación de la generación que hizo ingresar el fútbol naranja en la consideración general a partir de los '70.

Sin embargo, esta formación que derrotó 2-0 a Chile está lejos de los parámetros que había impuesto Rinus Michels, el gran hacedor de la "Naranja Mecánica". Ésta es la versión Van Gaal, tremendamente táctica y que no se despega un segundo del plan de juego inicial. Aquí se cree en lo que se hace y se está convencida de que va en la dirección correcta. No va a modificarlo: las tres finales perdidas (1974, 1978 y 2010) son un estigma y a Brasil llegaron para cambiar la historia.

Con puntos altos en cuanto a presencia y rendimiento, tales como el potente Robben, el cerebral Sneijder, el batallador De Jong y el ordenador defensivo De Vrij, los holandeses fueron de menor a mayor y marcaron el terreno cuando encontraron grietas para ir desarticulando a su rival de a poco, hasta obligarlo a tocar en sentido lateral y no vertical.  ¿Error chileno? No, acierto de quien hizo la lectura correcta durante la mayor parte del encuentro en el Arena Cortinthians.

Van Gaal también le impuso su sello a la "Naranja", con la diferencia que va cambiando de sistema dentro de cada etapa y según lo amerite la ocasión. En el primer tiempo, por ejemplo, cuando pasó del 4-3-3 al 5-3-2 al promediar el período y ésto le fue dejando señales de que había acertado.

La salida, con pelotazos largos, predominantemente, fue otra sello del DT: Robben y Lens son temibles cuando encaran al último hombre en velocidad porque lo ponen a éste en la dificultad de salir a cortar exponiéndose a una falta de expulsión o de acompañar al atacante intentando llevarlo en la carrera diagonal hacia los vértices del área.

En la etapa complementaria, ya habiéndole descubierto los puntos flojos a su antagonista, los mensajes llegaron desde el banco y tuvieron eje en cómo hacerse valer en ofensiva. Tanto Fer como Depay, mediocampista creativo y punta, respectivamente, trabajaron más en la corta que en la salida larga, y ésa fue otra de las variantes que impuso su entrenador durante el juego. Así, Robben quedó con más espacio para cambiar de banda y la defensa trasandina quedó con demasiada superioridad numérica sobre un sólo atacante fijo y ésto le restó fuerza en mediocampo. Sampaoli lo demostró con el cambio del más defensivo Silva por el creativo Valdivia.

Para Chile, también es muy importante el apego al sistema. Está en fase de crecimiento sostenido y prioriza la presión en todo el campo, con jugadores de un bajo porte fisico y de buen pie. Es un equipo que sabe lo que quiere, sin dudas. Más allá del resultado negativo, lo cierto es que se le advierte que está dispuesto a insetarse en el plano más alto a nivel mundial, sea que lo logre en esta competencia o en las que vendrán.

Lo decía Iván Zamorano, la gran estrella trasandina, en la previa al partido: "lo más importante es la identidad que se ha logrado". Lo dicen, también, referentes dentro y fuera del campo de juego como Sampaoli, Medel e Isla. Ver en acción a la "Roja" es igual a asistir a una clase de disciplina táctica. Un dibujo claramente marcado en cancha y del que los propios jugadores están convencidos como su entrenador.

Sampaoli le volvió a dar libertad de movimientos a Alexis Sánchez, quien se mueve como si fuera un líbero de ataque. Los mejores pasajes de los trasandinos estuvieron en las triangulaciones en corto con Aránguiz y Felipe Gutiérrez. El ingreso de Valdivia, tardío quizá, desorientó porque el talentoso estratega prefirió jugar con pausa antes que con el cambio de ritmo que caracteriza al ataque. No puede medirse esto como un hecho negativo, si no que se fue dando así por circunstancias de juego.

Entre el cabezazo de Fer, ya en el cuarto de hora final, que marcó el desnivel, hasta el gran contraataque que condujo Robben para que definiera Depay para el definitivo 2-0, quedó marcado que el más desequilibrante de los dos había sido quien hoy cuenta con más riqueza en lo individual, ensamblada con lo colectivo.

Entre Chile y Holanda, entonces, se vio el partido para el cual estaban preparados: creer en lo que hacen y sin dudar de cómo lo expresan en cancha. Sólo que hoy, la "Naranja Mecánica" está marcando el terreno de acuerdo con lo está presentando: la versión Van Gaal.

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