Los pilares de la coalición oficialista chilena se resquebrajaron ayer tras la decisión del ex presidente Ricardo Lagos de retirar su candidatura para las elecciones presidenciales de noviembre, luego de que el Partido Socialista (PS) le diera la espalda ante su baja posición en sondeos.
El futuro de la Nueva Mayoría, el conglomerado de partidos que reúne a socialistas, demócrata cristianos y comunistas, quedó en entredicho tras la decisión del PS -uno de los partidos más grandes de la coalición- de apoyar al periodista Alejandro Guillier en vez de uno de sus líderes históricos y ex mandatario (2000-2006).
“He decidido renunciar a la aspiración de alcanzar nuevamente la presidencia de la República”, dijo Lagos ayer en una declaración de prensa, generando un terremoto político en el debilitado oficialismo chileno, tanto que algunos proclamaron el fin de la “Nueva Mayoría”.
Primer mandatario socialista en llegar a La Moneda después de Salvador Allende -derrocado por Augusto Pinochet en 1973- la opción de Lagos fue descartada el domingo por el Consejo General del PS, que ante su escaso apoyo en las encuestas resolvió proclamar a Guillier.
El revés de su candidatura a la interna de su partido empujó a Lagos a retirar la candidatura presidencial que lanzó en enero de la mano del Partido por la Democracia, representantes de la centro izquierda con el que comparte militancia.
Senador y ex presentador de televisión, Guillier asoma como la mejor carta de la centro izquierda para enfrentar al ex presidente derechista Sebastián Piñera (2010-2014), líder en los sondeos.
Frágil posición
Heredera de la exitosa Concertación Democrática, el grupo de partidos de centro izquierda que logró terminar con la dictadura de Pinochet por las urnas y luego gobernar Chile durante dos décadas, la Nueva Mayoría quedó en una frágil posición. Una situación a la que llegó salpicada por reiteradas acusaciones de corrupción política y la caída en la popularidad de la mandataria socialista Michelle Bachelet.
El apoyo a Bachelet, que ganó en segunda vuelta por 66% de los votos, se desplomó a mínimos históricos luego de que su hijo y su nuera fueran involucrados en un caso de supuesta corrupción.
“Este día puede decirse que se acaba el binominalismo que quedaba; se acaba la transición, se acaba la Nueva Mayoría”, dijo la analista Marta Lagos, en su cuenta de Twitter. Una visión compartida por el analista Mauricio Morales: “La nueva mayoría está muriendo; es la peor crisis que haya enfrentado la centro izquierda tras el retorno a la democracia”.
Tras la salida de Lagos peligra la realización de las primarias oficialistas programadas para el próximo 2 de julio.
Sin Lagos en carrera y Guillier liderando los sondeos, otro de los partidos más grandes del oficialismo, la Democracia Cristiana, mantendría la opción de la candidatura de su presidenta, la senadora Carolina Goic.
La candidata no se sometería a las primarias e iría directamente a la primera vuelta del 19 de noviembre.
“Se hace muy difícil una primaria entre dos candidatos”, reconoció ayer la propia Goic, quien buscaría de esta forma alargar la influencia de su partido hasta al menos noviembre.
Con cerca de 25% de adhesión, Piñera lidera todos los sondeos, seguido 10 puntos más abajo por Guillier.
“La nueva coalición se llamará ‘todos contra Piñera’”, afirmó Marta Lagos, remarcando el pragmatismo que primó en la decisión del Partido Socialista de descartar a Lagos y otros candidatos propios, con baja popularidad, para apoyar a un Guillier bien posicionado en los sondeos.
Es “su decisión y tenemos que respetarla y acatarla. Lo lamento pero creo que es la decisión que ha tomado y ahora corresponde que los partidos de la nueva mayoría decidan qué van a hacer”, comentó la presidenta Bachelet sobre la salida de Lagos.
Por la izquierda, fuera de la coalición gobernante, el llamado Frente Amplio, que reúne a una serie de pequeñas agrupaciones, resolvió hacer sus propias primarias, al margen de las legales -que son voluntarias- entre el sociólogo Alberto Mayol y la también periodista Beatriz Sánchez. La opción de Sánchez, una desconocida hasta ahora en la política chilena pero con una amplia carrera en los medios, ha ido tomando vuelo.