La pérdida de competitividad de Argentina continúa afectando a las exportaciones agroindustriales de Mendoza. Los envíos se han agravado en los últimos años debido a factores internos pero también externos, como son las depreciaciones de las monedas de varios países -principales socios y competidores de Argentina- que se vienen produciendo desde 2014.
Entre ellos, el mayor impacto lo ha generado la depreciación del real -que en el acumulado anual terminado en agosto fue del 64%-, debido a que Brasil es el segundo país de destino más importante de los envíos de productos mendocinos (20%), sólo por detrás de EEUU (25%).
Pero también lo que ha generado mayor preocupación entre los sectores es la devaluación del peso chileno. Según estimaciones de la Fundación Ideal, dicha moneda llegó a su máximo valor en abril de 2013, cuando 472 pesos chilenos alcanzaban para comprar un dólar estadounidense. Desde ese mes esta divisa no ha dejado de depreciarse, llegando a necesitarse 695 pesos para comprar un dólar el 1ro de setiembre de 2015 (47% más). El último año, setiembre 2014 contra el mismo mes de este año, Chile devaluó más de 20% y nosotros 13%.
En este sentido, el economista Sebastián Laza estimó que en los últimos seis meses Chile devaluó 14% aproximadamente. Asimismo, el primero de ellos, tiene una inflación anual de tan sólo el 5%, mientras que en Argentina llegará al 30%. De este modo es que indefectiblemente los costos argentinos en dólares son cada vez más altos, mientras que a Chile le sucede todo lo contrario; “por lo que la devaluación de su moneda se traslada inmediatamente en una mejora de competitividad, la cual Argentina viene perdiendo desde el 2007”.
Según datos de la Fundación Ideal, el peso argentino perdió competitividad cambiaria rápidamente, al punto que entre febrero de 2014 y setiembre de 2015 disminuyó un 28% frente al peso chileno.
En base a este panorama, Rodrigo González, economista de esta entidad, destacó que esta situación puede llegar a tener un efecto negativo en las exportaciones de los principales productos mendocinos que compiten con los de Chile, y “ellos pueden llegar a desplazarnos de varios mercados externos. La caída de la competitividad cambiaria con Chile es tan pronunciada que se sitúa hoy en niveles inferiores a los de la convertibilidad, y muy cercanos a alcanzar los índices vigentes en diciembre de 2001, que fueron los mínimos de los últimos 20 años”.
Aquellos productos que representan un gran porcentaje de las exportaciones argentinas, y que a la vez compiten fuertemente con los de Chile (por lo tanto son los más amenazados por la depreciación del peso chileno) son: vinos, tanto fraccionado como a granel, los cuales se envían principalmente a Estados Unidos, Brasil, Rusia, Canadá y Reino Unido. Duraznos en conservas, manzanas y peras frescas, ciruelas deshidratadas que se destinan a Brasil, ciruelas deshidratadas, que también van a ese último mercado y Rusia, uvas frescas a Holanda, Países Bajos, Rusia y Brasil y pasas a Europa.
Efecto en agroindustria
Los cambios en la coyuntura internacional afectan de forma negativa a las exportaciones de Mendoza, ya que muchos de los productos que exporta Mendoza compiten en varios mercados con los de Chile.
Según estimó González, “al depreciarse el peso chileno los productos del vecino van a bajar su precio en los demás países, ganando competitividad cambiaria contra los nuestros y posiblemente quitándonos cuota de mercado, provocando una caída de las cantidades exportadas por Mendoza”.
Sobre esta sustitución y ventaja competitiva coincidieron los representantes de las principales cámaras empresariales agroindustriales de la provincia.
Uno de los sectores más perjudicados es el de la ciruela deshidratada, la cual tiene -prácticamente- como único competidor a nivel mundial a Chile. Según analizó Daniel Camacho, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo y presidente del directorio de Nevada Argentina SA, empresa de deshidratado, selección y proceso de ciruelas con y sin carozo, actualmente la producción de esta fruta está concentrada en cuatro mercados: Estados Unidos y Francia, quienes no tienen saldo exportador ya que la mayoría se consume dentro de sus mercados, y luego se ubican Argentina y Chile, que el 95% de su producción se destina fuera de sus países.
En base a esto, el empresario consideró que la situación de competitividad de Chile es superior a la de Mendoza. Por lo que tanto el sector de la ciruela deshidratada como el resto de las agroindustrias están en desventaja, “no sólo por la devaluación de la moneda del vecino país, sino por las circunstancias internas, de atraso cambiario e inflación, que dejan un combo de altos costos. Asimismo, si a esto les sumamos los incrementos logísticos y de transporte y la posición arancelaria, la realidad es totalmente devastadora”, recalcó Camacho.
Para ejemplificar este fenómeno, señaló que hoy Argentina está comercializando la tonelada de ciruela entre 100 y 200 dólares más cara que la de Chile. “No sólo por la depreciación de la moneda chilena -continuó el presidente de CCE-, sino también por los costos de producción, logísticos y de transporte que ellos tienen, que son más bajos que los nuestros, y por supuesto por su ventaja arancelaria en varios mercados”.
Daniel González, gerente de ProMendoza hizo hincapié en que el problema de Argentina no sólo se soluciona modificando el tipo de cambio. Afirmó, que para mejorar la competitividad de los productos agroindustriales “es importante que los aumentos de costos no continúen en alza, así como también se necesita de una mayor agilidad en el recupero del IVA y prefinanciación para la exportación”.
Con respecto a los productos que más impacto tendrán por el fenómeno devaluatorio de Chile, el dirigente de ProMendoza detalló que además de esta fruta deshidratada, con los que más compite Mendoza es con el vino embotellado y granel.
Para González, la realidad de este producto hay que dividirla. Por un lado, describió que en el caso del granel y del embotellado de bajo precio, los importadores deciden qué vino comprar por su precio, “acá no hay marca país que valga”. Mientras que en el caso de los de alta gama, el vino argentino tiene un peso más importante, que ha logrado construir alrededor de su calidad; “por lo que acá el peso de su precio es un poco menor”. Sin embargo, fue contundente en determinar, que si este panorama continúa “es de esperar que los consumidores menos conocedores se vuelquen a los vinos chilenos, que estarán más baratos”.
Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, concordó en que la devaluación de la moneda chilena es un hecho más que modifica el panorama negativo de las exportaciones de vino. De este modo, al igual que su colega, hizo referencia al precio de los vinos. “Nosotros competimos con Chile en la franja de los 35 dólares FOB hacia arriba, mientras que en la franja de los U$S 18- U$S 35, que en definitiva es la base de la pirámide y donde se concentra el mayor porcentaje de volumen, Chile ha sabido ganar ese espacio que hemos perdido en Brasil y Estados Unidos”.
El dirigente de Bodegas de Argentina, añadió que en el caso del vino un punto que lo pone en una posición aún más rezagada es que desde 2015 Chile ingresa a EEUU y China sin aranceles, lo que significa un ahorro de 14 centavos de dólar por litro. (Ver aparte). Por otro lado, no quiso dejar de agregar que también la devaluación de Brasil y la baja inflación de ellos -que es cercana al 10%- ponen a Chile en mejor posición que nosotros.
Fruta en fresco e industrializada
En el caso de estos sectores el panorama sigue siendo desalentador por todas las trabas que le han ido apareciendo a lo largo del año. De este modo, la devaluación de Chile viene a sumar un hecho más a la crisis de estos productos.
Según el dirigente de ProMendoza el panorama para la pera y manzana en fresco es muy complicado, ya que prácticamente el único mercado donde Argentina envía estos productos es Brasil (85%), “por lo que no sólo las empresas tienen que lidiar con que Chile llegue con peras y manzanas más económicas, sino también con la situación de devaluación y recesión brasileña”.
Raúl Aruani, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza (Aspeff), explicó que antes de la devaluación los mismos productos chilenos cotizaban 2 o 3 dólares menos la caja que los de Argentina, por lo que prevé que a partir de ahora la diferencia se eleve a cuatro dólares.
A partir de esto, sentenció: “El daño excepcionalmente que podemos esperar es terrible”.
Por su parte, Raúl Giordano, gerente de operaciones de la empresa Angiord Saci y presidente de Cafim, Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza, contó que Chile es el principal competidor en alimentos procesados derivados de la fruta, como son las conservas, pulpa y derivados del tomate, y lo mismo sucede con aceitunas y aceite de oliva. “Esta devaluación de la moneda chilena con respecto al dólar seguramente complique nuestra situación de competitividad en el exterior”.
Como pasa con otros productos, Chile maneja valores de la fruta industrializada, la pulpa, el tomate, aceite de oliva, entre otros, entre un 15% y 20% más bajos que los de Argentina, y “es de esperar -aseguró el dirigente de Cafim- que esta brecha sea aún mayor a fines de año”.
Finalmente, Carlos Quinteros, gerente de la Asociación de Productores de Durazno de Industria de Mendoza, concordó con sus colegas: “Ante políticas económicas inteligentes de otros países -como las de Chile- todo mercado que los productos vayan perdiendo serán sustituidos por los chilenos”.
Sobre esto, por ejemplo, describió que este año el vecino país “nos ha ganado parte del mercado brasileño, sobre todo por el precio de la lata de durazno que pueden ubicarla a uno o dos dólares por debajo.
Competitividad arancelaria
Más allá de la devaluación, que suma un ítem a la mejora de la competitividad de Chile contra los productos de Argentina, también hay otro fenómeno que los empresarios de los sectores agroindustriales remarcaron: la fuerte política comercial que tiene Chile.
El gerente de ProMendoza, Daniel González, puntualizó: “Este competidor tiene una política de libre comercio y aranceles cero en países como Brasil y Estados Unidos, principales mercados de exportación de productos como es el vino embotellado y granel, lo que deja a los productos del país aún más rezagados, más allá de su devaluación”.
Según la Fundación Ideal, el vecino país tiene firmados 19 acuerdos de libre comercio y 5 de comercio preferencial, a través de los cuales logra conseguir acceso estable y generalmente en mejores condiciones que Argentina en 60 países, donde están incluidas las economías más importantes del mundo (EEUU, China, Unión Europea, Japón).
Muy por detrás, Argentina tiene sólo 4 acuerdos de libre comercio y 8 de comercio preferencial, que únicamente incluyen 12 países (la mayoría pequeños y de Suramérica), por lo que sus convenios se enfocan principalmente en el comercio del Mercosur y sus vecinos.
Frases destacadas
"Es importante que los aumentos de costos no continúen en alza. Se necesita más agilidad en el recupero del IVA." Daniel González Gerente de ProMendoza.
"La devaluación de su moneda mejora su competitividad, la misma que Argentina viene perdiendo." Sebastián Laza
Economista.
"La caída de la competitividad cambiaria con Chile se sitúa hoy en niveles inferiores a los de la convertibilidad." Rodrigo González de la Fundación Ideal.
"Chile ha sabido ganar el espacio que hemos perdido en EEUU en la franja de la base de la pirámide." Juan Carlos Pina Gerente de Bodegas de Argentina.