Parlamentarios del oficialismo y la oposición celebraron hoy en Chile una primera reunión formal para discutir en torno a los mecanismos posibles para reformar la Constitución sancionada en los tiempos de la dictadura pinochetista, después de 25 días de violentas protestas y represión.
En la reunión, celebrada en la sede del Congreso, en Valparaíso, estuvieron representados todos los partidos políticos que forman la coalición oficialista Chile Vamos y la mayoría de las fuerzas opositoras, incluído el Partido Comunista, informó La Tercera en su edición online.
La necesidad de reformar la Carta Magna para ampliar los derechos de la sociedad y combatir las desigualdades es una de las demandas centrales en las multitudinarias manifestaciones que se suceden en las grandes ciudades chilenas desde el 18 de octubre.
A esa demanda, el Gobierno del presidente Sebastián Piñera respondió primero con evasivas, luego la consideró una posibilidad pero no una prioridad y finalmente la propuso como una cuestión "urgente".
En la reunión de ayer, el debate se centró en los mecanismos que se elegirán para hacer los cambios, todos ellos previstos en la ley.
Un camino posible es la instalación de un Congreso Constituyente, que convertiría al Parlamento en Asamblea habilitada para modificar artículos, una fórmula que es rechazada por los manifestantes por el desprestigio del Poder Legislativo.
¿Una Convención?
Otra vía puede ser la formación de una Convención Constituyente integrada por legisladores y asambleístas designados en elecciones, una fórmula discutida por los sectores de la oposición que impulsan la reforma y resisten la idea de la imposición de parlamentarios sin pasar por el tamiz de las urnas.
Queda entonces la alternativa de declarar la necesidad de la reforma constitucional y convocar a elecciones para instalar una Asamblea Constituyente, capacitada para sesionar de manera soberana y con total independencia del Congreso.
Esta última opción es la que menos seduce al oficialismo, debido a que una elección en este momento, en el que las encuestas destacan la impopularidad de Piñera, puede dejar a la alianza gobernante con escasa representación en el trámite de reforma.
Según La Tercera, hasta la tarde de ayer primaba la solución intermedia "entre la Asamblea Constituyente y el Congreso Constituyente, es decir una convención constituyente con delegados elegidos por la ciudadanía pero que también incluya a parlamentarios.
Si no hubiera consenso entre las fuerzas políticas, la discusión puede quedar trabada, debido a que se necesitan los dos tercios de los votos en el Parlamento para imponer cualquiera de las fórmulas en debate.
En este esquema, la oposición impulsa un plebiscito para que sea la ciudadanía cuál de estos mecanismos prefiere para reformar la Carta Magna, que tuvo una veintena de cambios desde su sanción, en 1980.
Voces
Distintas voces opinaron sobre los mecanismos y las dificultades que acarrearía la modificación constitucional. La académica Jenny Pribble, del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Richmond, Estados Unidos, afirmó que "la oposición tendrá que moverse rápidamente para negociar un plan y llegar a la solución que han propuesto. Cada día que pase hace que la resolución sea cada vez más difícil''.
El senador oficialista Francisco Chahuán dijo que "hay poco espacio para que la interpelación que ha hecho el presidente se concrete en un acuerdo político''.
"Yo creo que estamos sobregirados en el tiempo. Creo que debe ser hoy o mañana'' el alcance de un acuerdo, afirmó el presidente de uno de los partidos de la coalición de gobierno, Mario Desbordes.
Los políticos de la oposición señalaron que están dispuestos a trabajar en los primeros dos acuerdos, pero el último los separa del oficialismo.
"De ninguna manera queremos que se haga a través de un Congreso Constituyente... lo que está en juicio aquí es que no confiamos en la clase política, ni en toda la institucionalidad y el hambre es del pueblo, de la sociedad civil'', opinó Isabel Castro, una funcionaria de la salud pública de 45 años.