Chicos de una técnica sueldan sillas de escuelas

Son los del colegio Ejército de los Andes y lo hacen como práctica de una materia. Además de ser solidarios resuelven una problemática que tienen casi todos los establecimientos educacionales primarios y secundarios con los muebles de uso intensivo.

Chicos de una técnica sueldan sillas de escuelas
Chicos de una técnica sueldan sillas de escuelas

Cuando lo académico se transforma en solidario y además sirve para afirmar conocimientos y experiencia, según consideran los docentes de la escuela "Ejército de los Andes", más conocida como ENET N°1 de San Rafael, se ha cumplido con los objetivos.

Es así que desde hace alrededor de dos meses los alumnos de segundo y cuarto año de esta Institución señera de la educación técnica en el sur mendocino se "prendieron" de un proyecto que permite unir las prácticas áulicas educativas con un fin benéfico. Los chicos arreglan sillas deterioradas de distintas escuelas primarias del departamento con un costo que no es más que la provisión de los elementos, cuando las escuelas pueden, y les sirve para aprender técnicas de soldadura, manejo de materiales, limpieza y carpintería en las horas de taller.

Todos ellos coinciden en que lo hacen con gusto y que la sensación plena llega cuando entregan estos elementos totalmente arreglados y pintados.

Hace una semana devolvieron alrededor de 25 sillas reparadas en su totalidad a la escuela Alfredo Bufano del barrio Policial. El jueves ya recibieron la nueva partida de "rezagos" de sillas de la Hortencia Ojeda, de calle Edison del noreste de la ciudad y el maestro de enseñanza práctica, Mario Luffi, con algunos alumnos empezaron con el chequeo de las sillas, muchas de ellas realmente deterioradas y rotas en sus estructuras.

Según explicó el profesor Alberto Giménez, regente del establecimiento, todo nació con una idea compartida con el supervisor de la Zona 4 de la DGE Carlos Agüero ante la realidad de contar con una forma de proveer sillas a las escuelas, un elemento que por el uso normal se deterioran y se rompen. "Muchas están prácticamente destruidas por lo que se extraen las partes utilizables nada más, pero en general se recuperan pero algunas quedan", dice.

Y agrega: "En la DGE no hay recursos para estas cosas y se hace difícil reponer mobiliario nuevo por lo que se nos ocurrió incorporar esta posibilidad a la tarea de los talleres y los chicos gustosos decidieron emprender la tarea. Además de otorgarles práctica en sus materias les permite ayudar a establecimientos educacionales donde concurren muchos chicos, especialmente las de los sectores más necesitados de la sociedad".

En medio del fragoroso trajín diario que se desarrolla en aulas y talleres que hay en los casi 6.000 metros cubiertos del edificio de Entre Ríos y Cornú de la ciudad, están los dos grupos que supervisados se dedican a arreglar sillas de las escuelas.

Esta tarea es seguida desde los distintos sectores de talleres donde hay maquinarias de compleja tecnología al servicio de los alumnos porque se trata de una tarea solidaria. Es parte de uno de los talleres más artesanales de la escuela pero el apoyo llega desde todos los años, inclusive desde sexto año, donde se manejan sofisticados equipos reales, porque esa es la particularidad de esta escuela. Todo el equipamiento es real y no puramente didácticos o de maquetas.

El proyecto de las sillas ha captado la atención de todos y el entusiasmo ha ganado al establecimiento. Todos intentan explicar de qué se trata y entre ellos también están los 360 docentes y más de 980 alumnos (en sus tres turnos) bajo las directivas también de la otra regente Cecilia Musa, la directora Graciela Balacco y el jefe de taller Sergio Bujaldón.

Uno de los problemas, que no se transforma en obstáculo para llevar adelante esta idea solidaria, es la provisión de materiales porque se necesitan caños, pintura, madera y algunos otros elementos que hasta el momento, se aseguró, está solucionado. "Algo por las mismas escuelas que mandan las silla a reparar y otra parte por la misma ENET desde sus reservas y aunque no lo admiten, necesitan el apoyo de empresas que quieran colaborar con algunos materiales.

Cabe destacar que la escuela cuenta con un depósito donde los mismos alumnos en sus distintas actividades pueden adquirir materiales a bajo costo y la misma escuela adquiere con ese dinero materiales a nivel mayorista.

"Todo se hace a pulmón", se asegura desde los ámbitos docentes y desde los alumnos así que "si hay apoyo externo viene bien para llevar adelante con éxito el proyecto y ese apoyo lo pueden ofrecer en el mismo establecimiento", aseguraron.

Cabe destacar que los trabajos los realizan en horario de taller y participan los cuatro cuartos años (más de 120 chicos) y los cinco segundos años (más de 120). Todos ahora pasan y miran de reojo el taller de soldadura seguros que se ven todos representados cuando esos compañeros entregan su trabajo.

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