Cadmio, arsénico, plomo, nicotina y asfalto. Parece un brebaje intomable fruto de un rebuscado experimento de laboratorio, pero no lo es.
Son algunos de los tóxicos que contienen las colillas de cigarrillo que los fumadores arrojan a diario en la vía pública y que, además, al ser de acetato de celulosa (material no biodegradable) puede tomar entre 10 y 25 años su degradación.
Preocupados por esta realidad, un grupo de diez adolescentes alumnos del colegio Inmaculado Corazón de María (de La Favorita) -con la coordinación de un profesor- empezaron a trabajar en la recolección de estos desechos altamente contaminantes.
"Hace dos semanas empezamos con la recolección y hemos levantado tres mil colillas. Si pensás que cada una puede contaminar 50 litros de agua si entran en contacto, hemos salvado 150 mil litros", resumieron los chicos que -además de estar haciendo la recolección-, transmiten su experiencia a otros alumnos del colegio así como también a sus familiares.
"Lo estamos transmitiendo en nuestras casas, en la de parientes y amigos. Queremos concientizar y saber que después pueden recordarnos por haber hecho algo para dejar un lugar mejor", contaron los chicos que tienen entre 18 y 20 años y que están cursando el sexto año de la secundaria.
"Se sienten muy bien los chicos y es todo un trabajo en equipo, de integración social. Está siendo un éxito la experiencia", se sinceró el profesor Helvio Grili, impulsor de la iniciativa.
Disminuir el riesgo
Diego Carricondo, Kevin Cruz, Víctor Griffoni, Herman de la Fuente, Lucas Muñoz, Ayelén Pérez, Jorge Villalobos, René Furquez, Yamina Moreno y Nicolás Zalazar son los diez jóvenes que integran el programa de Recolección de colillas de cigarrillos. Viven en los distintos barrios que conforman La Favorita y a la rutina de ir todos los días a clases le sumaron esta otra actividad, que los motiva aún más.
El lema, elegido por ellos mismos, se resume en la frase "Mejor no fumar. Pero si fumás, las colillas a su lugar".
"Un día salimos a trabajar y a recolectar por el Centro y en una cuadra de la calle España -entre Gutiérrez y Espejo- levantamos 104 colillas. O sea, una cada menos de un metro", resumieron los chicos. Para los trabajos utilizan guantes (teniendo en cuenta todos los componentes de las colillas) y las guardan en frascos de vidrio. "Tienen que quedar muy aisladas, por eso usamos los frascos. En uno de café instantáneo entran 250 colillas sin aplastar", agregaron para explicar cómo hacen la cuenta.
En la primera etapa que están encarando los chicos sólo se prevé la recolección ya que no hay una planta ni sistema de reciclaje específico en Mendoza, aunque quieren avanzar en esto.
"En Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, se fabrica un plástico especial con las colillas recicladas. Y en Chile están haciendo una aislación térmica para los techos. Acá queremos ver si podemos empezar a trabajar en algo o lo mandamos a algún lado, pero por lo pronto queremos empezar a trabajar en la recolección y en la concientización. Algo parecido a lo que se hace con las pilas, que se las colecta para que la gente no las mezcle con otra basura y tienen un tratamiento especial", explicó Grili, quien es profesor de Proyectos bienes y servicios, y coordina el programa.
Los chicos también están trabajando en la construcción de un recipiente especial para que los fumadores puedan desechar allí los restos de los cigarrillos con el objetivo de lograr instalarlos en distintos puntos.
"Se trata de un tubo de PVC con un recipiente con arena en la parte de arriba y un mortero y una base de madera abajo. Es para que la gente deje ahí las colillas y no las tire ni a la calle ni con el resto de la basura. ¡Hay animales que han muerto por comer colillas!. Y también los chicos de segundo han hecho monederos y recipientes con envases de jugo (tetra pack) para que la gente lleve consigo y puedan dejar ahí las colillas en vez de mezclarlas con otra basura", contó Nico, uno de los chicos que decidió aportar su granito.
Durante la mañana de ayer, los adolescentes expusieron orgullosos su trabajo frente a alumnos de otros cursos del colegio y es algo que tratan de ir pasando de boca en boca, por donde pasan.
"Hace dos sábados fuimos a la Plaza San Martín con los guantes puestos y empezamos a repartir folletos con la idea de concientizar. La idea es que la gente, las municipalidades y quien quiera vaya juntándolas -siempre usando guantes- y nos la manden a nosotros que estamos haciendo la recolección. Con el profe ya vamos a empezar a trabajar la técnica de reciclaje también", contaron los chicos luego de su presentación.
Al terminar el ciclo lectivo, de no mediar ningún inconveniente, los chicos egresarán de la escuela con el título de Maestro mayor de obra.
Además aclararon que si cualquier persona quiere colaborar y participar del proyecto sumando colillas recogidas puede contactarse con ellos por medio del perfil de Facebook del colegio (
facebook.com/cinmaculadocorazon.demaria
).
