Para sí mismo, para su familia, para sus amigos y para su novia Martina, Julián Bustelo es el mismo de siempre, aunque ahora con el apodo de "Chico Coldplay" repetido hasta el hartazgo en forma de gastadas (con buena onda, como él aclara con una sonrisa tímida) por todo su entorno.
La razón:
este mendocino de 15 años es el único argentino que
participa del último videoclip de la archipopular banda británica Coldplay
, realizado íntegramente con imágenes enviadas por los fanáticos del grupo en todo el mundo.
Aparece dos veces:
tocando la guitarra en el jardín de su casa con la camiseta argentina detrás (secuencia que no se prolonga por más de un segundo) en el minuto 3:06 y al final, aunque es sólo su nombre el que está en los créditos como el de todos los fans que participaron.
"Estoy contento porque el objetivo de la banda y de la fundación Oxfam (que ha centrado su misión en campañas exigiendo el fin de acaparamientos de tierras) se cumplió y el Banco Mundial ha incluido en su agenda el tratamiento de este tema. Estuve investigando y, por año, se le quita en tierras a la gente a nivel mundial el equivalente a ocho veces la superficie de Inglaterra. Lo hacen principalmente en África y son los bancos de todo el mundo quienes mayormente quitan esas tierras", cuenta Juli informado, relajado y suelto, aunque sin perder la humildad en la tranquilidad de su jardín.
Noticia nacional
Desde el 16 de este mes, cuando el video vio la luz, hasta el momento el adolescente ya ha perdido la cuenta de la cantidad de radios, diarios y canales (mendocinos y nacionales) que le han quitado al menos unos pocos minutos de su rutina para que repita una y otra vez su historia.
El "paso a paso" del cómo y el por qué decidió participar y enviar su video ya lo ha repetido infinidad de veces y le sale de memoria, casi automáticamente. Pero es un relato que no le molesta reiterar. "Ya va a pasar, así que lo aprovecho ahora", se sincera.
"Me enteré de la iniciativa de casualidad, casi sin querer. Un día estaba buscando material de Coldplay en internet (aclara que es fanático y que tiene toda la discografía y los recitales en vivo de la banda liderada por Chris Martin) y me enteré de que habían organizado una movida para sumarse a Oxfam pidiendo que se detenga la quita de tierras a la gente que es su dueña. A esa fundación ya la conocía, pero no sabía que junto a Coldplay pedían a los fans de todo el mundo que manden su video", comienza con su relato el joven, quien se ve como cineasta en un futuro no muy lejano pese a tener recién 15 años y estar cursando tercer año en el colegio Rainbow.
El video tenía que seguir algunas indicaciones, pero la más importante era que estuviese filmado y ambientado en un lugar que no fuera el mismo en el que uno está en el día a día.
"La idea era que vos te instalaras con tus cosas más importantes en un lugar que no te correspondía, como si te hubiesen echado de tu casa, de tu territorio. Y por eso yo me senté en el pasto con una lámpara, una camiseta de Argentina, mi guitarra eléctrica, los discos de la banda y un cuadro de ?Viva la Vida' (disco de Coldplay). Puse un trípode y me filmé cantando un tema entero. Todo esto lo hice tres días antes de que se cierre la recepción del material", continúa. Detrás de él está precisamente ese espacio que ya quedó inmortalizado, aunque solo sea por un segundo, en la versión especial del tema "In my Place" (que en español significa precisamente "En mi lugar").
Lo que siguió después fue mucha ansiedad para Juli y ni hablar cuando le confirmaron que era uno de los elegidos entre más de 7.000 videos enviados por fanáticos de 55 países. La ansiedad se transformó en desvelo teniendo en cuenta que le habían solicitado que no adelante nada a nadie hasta que no se lanzara oficialmente el video. El "Día C" (de Coldplay) fue el martes 16, cuando el video salió a la luz y su jardín, su guitarra "Les Pau" y hasta sus brackets fueron vistos en todo el mundo por apenas un segundo.
"Desde entonces me llamaron de todos lados: me habló (Mario) Pergolini y hasta ?Bebe' Contepomi. Yo no lo podía creer, me encanta (el programa) ?La Viola' y me estaba llamando él para entrevistarme. Cada dos por tres estaba en clases y tenía que salir del curso porque me hablaban de una radio. Hasta estaba rindiendo y tuve que pedir permiso para salir a hablar. La única vez que dije que no podía hablar era cuando estaba por comer un asado con unos amigos", confiesa.
Cinéfilo y comprometido
Julián, que es el mismo de siempre aunque ahora lo llamen "Chico Coldplay" y sus palabras sean esperadas por periodistas de todo el país, reconoce que desde los diez años tiene clarísimo que quiere ser director de cine. "Desde los 10 años lo tengo claro. Mi vocación es el cine y me encantaría poder dirigir. Disfruto mucho de ir al cine, me gustan las películas de acción, de suspenso. Soy fanático de Spielberg y veo todas las entregas de los Oscars", relata. Y mientras tanto sueña con verse en algún momento de su vida caminando por la alfombra roja, como protagonista en los Premios de la Academia recibiendo una estatuilla como mejor director.
Es casi tan amante del cine como de la música, y su "Les Pau" -su guitarra criolla- y su teclado lo evidencian mejor que cualquier testimonio. "Aprendí a tocar la guitarra, cuando era más chico escribí algunas letras y ahora estoy más metido en las armonías. Y toco el piano desde hace dos años. También me gustan la batería, el bajo y la armónica, pero no sé tocar muy bien esos instrumentos", sigue hablando en su habitación.
Allí descansan junto a los instrumentos la discografía de Coldplay, la partitura de "The Scientist" (tema de la banda) apoyada sobre el teclado y el cuadro que lo acompañó en el video. Un muñeco del Maestro Yoda y otro de R2-D2 evidencian otra de las pasiones de Julián: "Star Wars". Los deportes también le gustan y ha practicado fútbol y básquet, aunque actualmente sólo está yendo al gimnasio.
"Hace poco me metí en la problemática del apropiamiento de tierras. No sabía que se aprovechaban tanto de la gente, no lo podía creer cuando me enteré. Pero siempre me sentí comprometido y preocupado por los más castigados, los que menos tienen", prosigue con su tímida soltura.
La fama no lo ha cambiado y reconoce que pasa situaciones con las que se ríe mucho. "Entro al curso y todos empiezan: ?Ahí viene el Chico Coldplay' o ?Vos sos el de la radio' y me gastan con eso. Mi novia (Martina) también ha pasado a ser la Chica Coldplay", agrega.
Y para cerrar la entrevista, se anima a soñar un poco más: "Me encantaría que se reduzca, que se termine el acaparamiento de tierras. Mientras menos daño se haga, mejor".