La noqueadora jujeña Alejandra ‘Locomotora’ Oliveras realizó la mayor hazaña en boxeo femenino al convertirse en la única pugilista de la historia que logró coronarse en cuatro divisiones. A los 35 años, se halla en el pináculo de su carrera, a lo largo de la cual conquistó los títulos mundiales supergallo CMB, ligero AMB, pluma OMB y superligero CMB.
Y el boxeo argentino puede jactarse de ser la máxima potencia en la especialidad con un total de 15 campeonas del mundo, entre las que figuran nada menos que Yésica Bopp (minimosca AMB-OMB), Erica Farías (ligero CMB), Débora Dionicius (supermosca FIB) y, nuevamente, Marcela Acuña (supergallo OMB).
La última temporada fue una de las más atractivas de la licencia número uno a esta parte, ya que deparó peleas titulares e incluso cruces entre las damas de honor. La más atrevida fue la pionera, la eterna ‘Tigresa’ Acuña, quien volvió a boxear luego de haberse dedicado a la política durante dos años con la intención de retar a sus sucesoras y demostrarse a sí misma que sigue siendo la mejor.
Así se produjeron sus combates contra Carolina Duer (supermosca FIB), Yésica Marcos (supergallo AMB) y Soledad Matthysse (pluma AMB), hermana de Lucas, el noqueador patagónico. Y eso motivó otro cruce interesante, en el que se debatieron Duer y Sabrina Pérez (gallo OMB).
Además, maduraron boxísticamente y siguen en plena evolución Fernanda Alegre (superligero OMB), Victoria Bustos (ligero FIB) y Matthysse, elevando notablemente el nivel de la competencia. El aspecto lamentable de la temporada fue el bajón que sufrió Bopp, teniendo en cuenta que había sido la boxeadora del año para la AMB, nada menos.
La Piba de Oro de Wilde sintió la pérdida de su DT y formador, Delfino Pérez, y perdió su condición de invicta en México a manos de Yéssica Chávez, en una contienda en la que estuvo en juego el título de plata minimosca del Consejo.