Una chica de 16 años y un chico de 14, detenidos tras un asalto

Atacaron una mercería y golpearon con un arma a la propietaria de 69 años. Cayeron cuando intentaban huir por los techos.

Una chica de 16 años y un chico de 14, detenidos  tras un asalto
Una chica de 16 años y un chico de 14, detenidos tras un asalto

Una pareja de 14 y 16 años asaltó ayer por la mañana una mercería de Luján. Los menores llevaban revólveres que usaron para golpear a la propietaria del negocio. Fueron detenidos gracias a que una clienta llamó a la policía.

La propietaria de la mercería ubicada sobre San Martín al 6500 de Carrodilla, una mujer de 69 años de quien se reserva el nombre a pedido de los familiares, abrió ayer temprano su negocio.

A las 9, atendió a su primera clienta, una mujer que tras una breve compra salió del lugar.

Simultáneamente a su salida, entró al comercio una joven pareja. Tras los saludos de rigor, los adolescentes le dijeron que querían ver piercing. Pero apenas la propietaria se dio vuelta a buscar la mercadería, los chicos cruzaron el mostrador -para ese entonces ya tenían sus armas en la mano- y le indicaron que, en realidad, se trataba de un asalto. Luego le exigieron el dinero de la caja registradora, una suma cercana a 50 pesos.

A esa altura del asalto, los ladrones ya se habían encargado de cerrar la puerta del local, lo que impedía que quienes pasaban por la vereda vieran lo que ocurría en el interior.

Lo que los asaltantes no sabían es que su actitud había inquietado a la clienta que salió del comercio justo en el momento en que ellos entraban. "La clienta sospechó y cuando volvió encontró la puerta cerrada. Como escuchó ruidos que le parecieron extraños, comenzó a tocar el timbre mientras llamaba a la Policía", dijo Camila (23) nieta de la víctima.

A la casa

Al ver que no había demasiado dinero en la caja registradora, los ladrones apuntaron a la víctima y la obligaron a ir hasta su casa, que está detrás del negocio.

Allí la tiraron al piso y tras eso comenzaron a golpearla con las armas en la cabeza y el rostro.

"Le pedían más dinero pero mi abuela les dijo que no tenía nada", relató la joven.

Para ese entonces el timbre sonaba sin parar, hecho que había alterado los nervios de los ladrones. "La chica lloraba y le pedía a su compañero que se fueran pero él le decía que no, que le siguiera pegando a mi abuela y que buscara algo con que amordazarla", dijo Camila.

"¿Acaso vos no tenés abuela que me tratás de esa manera", le preguntó la mujer al menor. "Le respondió que él se dedicaba a eso, a robar", agregó Camila.

La situación se había vuelto tan tensa que los jóvenes vieron su única posibilidad de escape en una moto que estaba guardada en la casa. Pero rápidamente abandonaron la idea después de no encontrar la llave, que inexplicablemente no vieron pese a que estaba puesta en la cerradura del vehículo.

Cuando la Policía llegó, los ladrones corrieron al patio de la vivienda y treparon una pared. Pero sólo el joven alcanzó a escapar. Su cómplice cayó y perdió su arma y para cuando pudo reincorporarse ya tenía varios uniformados alrededor suyo. Tras decir su nombre, reveló que tenía 16 años.

En tanto, el chico pudo trepar el techo pero cayó a una casa vecina donde un perro lo mordió. Pocos minutos después también fue detenido. Él dijo tener apenas 14 años.

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