Ayer por la noche se aprobó en la Legislatura de Neuquén el acuerdo entre la provincia e YPF-Chevron en el marco de una fuerte represión policial que dejó como saldo más de 20 heridos, 8 de ellos de gravedad. Una de las víctimas es Rodrigo Barreriro, docente de 33 años, hijo del decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue, Pedro Barreiro. El docente recibió el impacto de una bala de plomo en su costado derecho y se encuentra internado en terapia intensiva del hospital Castro Rendón.
También se habían confirmado 4 detenidos, 2 de los cuales habrían sido objeto de una golpiza de parte de los efectivos cuando intentaban entrar al edificio, según denunció Santiago Nabaes, abogado de la organización Zainuco que defiende los derechos de los presos en las cárceles de la provincia.
En una secuencia novelesca apareció el fiscal Rómulo Patti quien pretendía obtener un testimonio de primera mano de la represión. Al ser detectado por algunos manifestantes, lo agarraron por la fuerza pretendiendo usarlo como un verdadero escudo humano en contra de la policía. Al final, Patti logró liberarse pero quedó con la ropa destrozada. Denunció haber recibido un disparo de bala de goma en un pie durante el tironeo al lado de la policía.
Hechos de violencia
La violencia estalló sin aviso en Neuquén. Cerca de las 11, unas 3.000 personas se reunieron fuera de la Legislatura para mostrar su rechazo al convenio petrolero. Bastó que una columna de un grupo de la Policía de Neuquén se adelantara para que las piedras comenzaran a llover de parte de los integrantes de distintas organizaciones y de jóvenes que estaban en la avanzada. Por espacio de ocho horas la policía disparó balas de goma y plástico, gases lacrimógenos y bombas de estruendo hacia la multitud.
La zona se pobló de una densa capa de humo y gas que, además de afectar severamente la respiración y la visión de cientos de personas, dificultó la entrada de varios diputados opositores que pretendían ingresar al recinto. Adelantándose a la ola de violencia, el gobierno de Jorge Sapag alertó a los bloques del MPN y FPV para que se presentaran a las 7. Al mediodía había cinco manzanas custodiadas por policías armados con escudos y escopetas lanza perdigones y gases.
Entre las organizaciones estaban ATE, ATEN (docentes), el Sindicato de Ceramistas, Siprosapune, Sejun (judiciales), ADUNC, el Centro de Estudiantes de Humanidades de la Universidad del Comahue, La Confederación Mapuche, las Comunidades Maripe, Guircaleo, Puel Pvjv, Newen Mapu y Ragiñ Ko, el Foro Ciudadano para la Democracia y la Multisectorial Contra el Fracking, entre otras.
En la noche del martes un centenar de personas se había reunido afuera del edificio legislativo para sumarse a un acampe con mucho de folclore patagónico. Hubo música, batucada y hasta una olla popular. Integrantes de grupos ambientalistas se mezclaron con los representantes de la comunidad mapuche, skater y punks nacidos en los barrios humildes de Neuquén capital. Al llegar el día se sumaron partidos políticos y ambientalistas. Integrantes de la Confederación Mapuche se reunieron en una descampada Legislatura para reflexionar en círculo, con evidente tristeza, sobre la historia de su pueblo.
Uno de los líderes, en forma de rogativa, alentaba a los suyos a que mantuvieran la dignidad y el valor en los momentos más difíciles.