Chapecoense: el avión se cayó por falta de combustible

El parte oficial decretó que la tragedia del club brasileño fue por falla humana.

Chapecoense: el avión se cayó por falta de combustible

Las autoridades colombianas afirmaron ayer que la causa del accidente del avión que trasladaba al equipo de fútbol brasileño Chapecoense, en el que murieron 71 personas, fue que se quedó sin combustible.

El agotamiento de combustible se dio por una programación de vuelo errónea de acuerdo con los estándares internacionales, aseguró en rueda de prensa Freddy Bonilla, secretario de seguridad de la Aeronáutica Civil, la máxima autoridad en materia aérea en Colombia.

La conclusión surgió, entre otros, del análisis de las cajas negras de la aeronave de la compañía Lamia, accidentada el 28 de noviembre cerca de Medellín.

Bonilla indicó que la aeronave, que fue “tanqueada en su totalidad”, estaba preparada para sobrevolar una distancia inferior a la que separa Medellín de Santa Cruz, Bolivia, de donde había despegado.

Además, la tripulación del avión se demoró en reportar la falta de combustible y la empresa no debió haber permitido el despegue de la aeronave.

La Aeronáutica Civil detectó también un exceso de equipaje de unos 500 kilogramos, aunque no lo relacionó con el accidente.

Bonilla descartó que hubiera habido una falla técnica, sabotaje o comportamiento suicida por parte del piloto y atribuyó el accidente a una cadena de errores humanos.

Las grabaciones de la conversación entre el piloto del avión y la controladora del aeropuerto de Medellín, donde debía aterrizar la aeronave, ya habían apuntado a la falta de combustible como la principal causa del accidente.

Los detalles del informe completo de la Aeronáutica Civil colombiana se darán a conocer en abril de 2017.

Bolivia, Brasil y el Reino Unido contribuyeron en la investigación.

El gobierno boliviano ya responsabilizó a la aerolínea y a su piloto del accidente.

La operadora del aeropuerto José María Córdova, que se comunicó con los pilotos de la aeronave, Yaneth Molina, indicó por su parte que la tragedia pudo ser mayor. “Lastimosamente fueron 71 personas, muy terrible la situación, pero hubiera sido peor”, pues había tres aeronaves “demasiado cerca”, una de ellas de Avianca a una milla, cuando la normativa indica que el mínimo es de cinco, dijo a Blu Radio.

Uno de los sobrevivientes

Erwin Tumiri, el técnico que sobrevivió a la tragedia del Chapecoense, también apuntó contra los pilotos.

El navegante boliviano responsabilizó a los comandantes de la nave al asegurar que sólo ellos estaban al tanto de “la cuestión del combustible” y que jamás informaron sobre la emergencia.

Luego de que la investigación de la Aeronáutica Civil de Colombia revelara el mal accionar de los pilotos ante la situación que vivía la aeronave antes de precipitarse, uno de los sobrevivientes de la tragedia que acabó con la vida de 71 personas sumó su testimonio.

El técnico de la aerolínea aseguró que los pilotos jamás le informaron sobre la falta de combustible: “La cuestión del combustible y cuánto duraban los vuelos sólo lo sabían los pilotos y el despachador de vuelo. Estábamos volando como cualquier otro día”, señaló en diálogo con Goal.

Según su declaración, desde la cabina de pilotos no se bajó una línea de alerta al resto de la tripulación: “No fue una situación de emergencia, jamás supimos si fue emergencia o no. Nunca tuvimos una situación de emergencia, con LAMIA, antes”.

En su dramático relato, Tumiri recordó también los instantes posteriores al accidente: “No supe qué pensar en ese momento. Todo parecía una pesadilla. Vi a muchas personas en el suelo. Lo único que pude pensar era sacar a Ximena (la azafata) de ahí porque tenía miedo de que el avión explotara”.

Una confirmación oficial llegó ayer, a casi un mes del luctuoso hecho, cuando el secretario de Seguridad Aérea Aerocivil de Colombia, el coronel Fredy Bonilla, presentó un informe que no hizo más que confirmar lo que ya todo el mundo sabía: el incidente, pudo haberse evitado.

Comenzó la reconstrucción del plantel

Luego de la tragedia, Chapecoense comenzó a reconstruir su equipo de cara a una temporada que lo tendrá como protagonista de la Copa Libertadores. Así, poco a poco, van llegando los refuerzos.

“La formación del nuevo equipo nos dará muchas alegrías, aunque nunca olvidaremos a los bravos guerreros que nos trajeron hasta donde estamos hoy”, indicó Plínio David des Nes Filho, presidente del club que sufrió la muerte de 19 jugadores en el accidente aéreo en Medellín, que dejó un total de 71 víctimas.

Chapecoense contrató al arquero Elías, que llega de Juventude; al defensor Douglas Grolli (foto), del Cruzeiro; al volante Dodo, del Atlético Mineiro y al delantero Rossi, del Goiás. Está muy cerca de cerrar el préstamo del lateral uruguayo Emilio Zeballos.

De los futbolistas sobrevivientes el único con chances de volver a jugar en el Chapecoense es Neto, quien sufrió una cirugía en sus piernas y podría volver al fútbol en cuatro meses.

Alan Ruschel, por su parte, fue sometido a dos operaciones en la columna y los médicos confirmarán, de acuerdo a su evolución, si volverá a las canchas. Distinto es el caso del arquero Jackson Follman, al que le amputaron una de sus piernas.

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