Chanti, nació en Mendoza en 1970. Desde temprana edad supo que su pasión por el dibujo, y su capacidad de narrar, le iban a permitir crear sus propias viñetas. Creador de innumerables personajes, sabe introducirlos con habilidad y simpleza en sus propios universos. He aquí una entrevista con él.
- ¿Cuál ha sido tu inspiración para crear la familia de "Mayor y menor"?
- Básicamente me inspiré en la relación de mis dos primeros sobrinos. Quería crear una historieta con chicos como protagonistas pero no le encontraba la vuelta. Si era una nena, ya estaba a Mafalda; y si era un nene, tenía a Matías. Cuando vi esa relación de hermanos que tenían mis sobrinos, ese amor-odio, que pasan de un extremo al otro en segundos y que a su vez comparten un montón de cosas, sentí que podían ser mi fuente de inspiración.
A su vez enfaticé en la figura del hermano mayor, Nacho, porque es diferente como lo tratan los padres: tiene más responsabilidades, le enseña cosas al menor. Para el Tobi, el menor de los hermanos, me basé en la personalidad e imagen de mi sobrino menor; que es más ingenuo, comprador, inocente, y que además se llama Tobi, al igual que el personaje. La historieta es como un collage de mi familia.
Tengo una familia con ocho hermanos, y yo soy el quinto, el del medio: ni mayor, ni menor. La diferencia con la tira es que en mi familia nunca vivimos esos polos tan opuestos que hay en “Mayor y menor”, por que éramos demasiados.
- Los personajes, ¿tienen algo de tu personalidad?
- Si, el Nacho sobre todo. Que es más soñador, inventa cosas, imaginativo, que no le gusta ir a la escuela: eso es mucho de mí. A diferencia del Tobi, al que sí le gusta ir a la escuela. Reflejan mucho lo que me pasaba cuando yo era chico y en la diferencia con mi hermanos. A mí me interesaba dibujar, crear; y a mis hermanos les gustaba más estudiar.
- ¿A quiénes podrías nombrar como tus referentes historietistas?
- Son como un Triunvirato. A Quino lo tengo como a un prócer de la historieta y del humor grafico argentino. Lo conocí en mi adolescencia, cuando yo ya venía leyendo otro tipo de historieta, de otros países, sobre todo de Francia y Bélgica; que eran tipo “Asterix”: largas, que iban contando historias y a su vez eran humorísticas, y dejaban la intriga con el “continuará”. Además de él, a Fontanarrosa con el que me siento más cercano, donde la historia contenía humor en todos los cuadros. Y por último, a Caloi.
Sobre "Mayor y menor 6" y las "500 historietas"
En el libro “Mayor y Menor 6” el perrito, Peluche, es el protagonista. Se trata de una mascota con la que los integrantes de la familia de esta historia disfrutan y juegan.
A Peluche lo encuentran en una plaza, abandonado, y es para Chanti el personaje que le permite abordar las ventajas de adoptar un animal en lugar de comprarlo.
En este libro todo gira alrededor del perrito. También reaparece Paloma, que es la amiguita de Tobi: bastante “dominante y manejadora”, dice el dibujante.
En estos diez años en que se viene publicando “Mayor y menor” han transitado ya “500 historietas”. Y mañana, en el Auditorio, se lanzará una noticia que “va a cambiar el rumbo -dice Chanti-. Como adelanto: va a aparecer el nombre de la madre, que es el gran misterio de la tira”.
- ¿Cuáles han sido las últimas presentaciones y cuáles las venideras?
- Me presenté en la Feria del Libro Infantil de Buenos Aires con “Mayor y menor 6”, “Facu y café con leche 2”, y dos libros de “Fábulas de mayor y menor”. Allá no hay esa locura que hay acá por la historieta.
Recién ahora se están metiendo en el universo de “Mayor y menor”. Hicimos una presentación con una de las editoriales, había mucha gente pero no era esa pasión que se despierta acá. En Mendoza se han realizado muchas presentaciones, en el Los Andes, después en la Feria del Libro Infantil, y se viene una presentación en una librería céntrica. Hay mucha gente que sigue a la historieta: abuelos que la recortan para sus nietos, otros que la leen en los consultorios, también en las escuelas -para trabajarlas-.
Feedback con los lectores
“Utilizo mucho las redes sociales, porque me sirven para tener una respuesta de los lectores -dice el dibujante-. Incluso hace unos días, una señora me escribió que mi historieta le había cambiado el humor -sonríe y recuerda más anécdotas-.
Incluso una cordobesa me decía, la otra vez, que la hija era fanática de las historietas pero que no había llegado a que le firmara los libros, y me preguntaba si era mejor la Feria de Buenos Aires o la de Córdoba. Entonces fueron a la presentación y, cuando viene la niña a que le firme el libro, le pregunto si estaban de vacaciones en Buenos Aires. Me contestó que habían ido especialmente a mi presentación porque era su regalo de cumpleaños. Esas experiencias son fuertes, increíbles: esas cosas te llenan el alma”.
