La CGT evitó la confrontación con el Gobierno a pesar de las fuertes críticas de sus dirigentes por el desalojo de la planta de Pepsico en Vicente López.
Así, decidió convocar a una alejada movilización en el tiempo, el 22 de agosto, cuyas características se determinarán en un plenario el 28 de julio.
Lo dispuesto por la dirigencia sindical no evitó que uno de los sectores que integran la CGT, pero que mantiene un espíritu más combativo, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que conduce el bancario mendocino Sergio Palazzo, ratificara lo que suponen será una multitudinaria concentración por el Trabajo y la Justicia Social de los gremios que la integran en la iglesia de San Cayetano al cumplirse el 7 de agosto el Día del Patrono de los trabajadores.
Por su parte, el dirigente gráfico Héctor Amichetti aseguró que acompañarán a la CGT en la marcha del 22 pero que le exigirán un plan de lucha contra la actual política económica.