Luis Fermosel - la.fermosel@gmail.com
La frase “Billetera mata galán” fue acuñada por Jacobo Winograd un mediático personaje que durante algún tiempo deambuló por distintos canales de televisión y que, afortunadamente para la cultura argentina, perdió vigencia en los últimos tiempos. La utilizaba para señalar que una joven, a la hora de decidir, se fijaba más en el dinero del pretendiente que en las virtudes físicas o intelectuales. Pero ahora fue la respuesta que un dirigente sindical utilizó para responder ante la consulta sobre si el acuerdo alcanzado por el presidente Macri con la dirigencia sindical por la deuda de las obras sociales, posibilitaría que se reduzcan las posibilidades de reclamos o movilizaciones en el segundo semestre del año.
No quedan dudas de que Mauricio Macri está adoptando medidas tendientes a calmar cualquier reclamo social que pudiera surgir de las medidas adoptadas en los primeros meses del año, relacionadas con el aumento de las tarifas y con la demora que se produce con la lucha contra la inflación. Se reunió con gobernadores para tratar la coparticipación y para que éstos incidan -especialmente los peronistas- sobre sus senadores nacionales a la hora de discutir en el Congreso, y en el plano sindical decidió devolver parte de la deuda que la Nación tiene con las obras sociales, que la dirigencia gremial reclamó durante años al gobierno kirchnerista sin ninguna respuesta.
En el caso concreto del sindicalismo, Macri, a través de un DNU decidió devolver el dinero recaudado por el Fondo Solidario de Redistribución, que había sido retenido por Néstor, primero, y por Cristina, después. Según se indicó, los gremios recibirán un total de 2.704 millones de pesos en efectivo, recaudados durante 2015, que serán destinados al pago de prestaciones de alto costo que se adeudaba a las obras sociales. En tanto, 8 mil millones de pesos recaudados en 2015 serán afectados, por única vez, a una denominada Cobertura Social de Salud. La otra mitad de la deuda irá a los gremios en bonos a 2020, cuyos intereses se pagarán trimestralmente.
Si nos atenemos a los hechos, no quedan dudas de que la medida cambió el humor de la dirigencia sindical. En primer lugar, al anuncio del Presidente concurrieron representantes de las tres centrales obreras y sólo faltó Hugo Moyano, quien prioriza una reunión privada por el primer mandatario a los efectos de hablar también sobre la conducción de la AFA. En segundo término, deben considerarse las afirmaciones del titular del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri quien, además de ser uno de los “gordos”, es uno de los impulsores del proceso de reunificación de la CGT y hombre de consulta de los sectores en el área de obras sociales. Más aún, Macri ubicó a un ex director de la obra social del Sindicato de Obras Sanitarias, Luis Scervino, en la Superintendencia de Salud. El propio Lingeri, al ser consultado sobre la decisión del Gobierno, aseguró que se trata de un “reconocimiento histórico”, agregando que hacía “diez años que veníamos bregando por ese dinero”, en un tiro directo a los presidentes de la anterior gestión gubernamental.
Para el 22 del actual está previsto el plenario reunificador de la central obrera nacional y todo indica que el acuerdo definitivo pasará por una terna en la que estén representados los sectores encabezados por Caló, Moyano y Barrionuevo. También es factible que haya discursos duros hacia la gestión de Macri pero muy difícilmente se adopte algún tipo de medida de fuerza por el ya señalado cambio en el humor en la dirigencia. De todos modos, el correr de los días determinará qué puede ocurrir a mediano plazo, esencialmente cuando se acerquen las fiestas de fin de año y el reclamo de la gente, como históricamente ha ocurrido, presione sobre la dirigencia. Si para muestra sobra un botón, sobre el nuevo panorama cabría señalar que la dirigencia gremial ha aceptado que la discusión sobre una nueva escala en Ganancias sea derivada hacia el presupuesto del año próximo.
Pero ya que estamos en el tema del plenario reunificador, debería consignarse que el dirigente bancario mendocino, Sergio Palazzo, es uno de los impulsores de una CGT con una conducción única. Según se afirma, Palazzo, de extracción política radical, cuenta con el apoyo de una treintena de gremios que lo postularían para esa conducción única.
Situación incomprensible
Hay cosas que son difíciles de entender, pero hay otras que directamente son inexplicables. Vamos a los ejemplos: uno de los mayores logros del gobierno de Perón fue la estatización de los ferrocarriles que estaban en manos de compañías inglesas; la nacionalización de los hidrocarburos y el fomento a la industria nacional. El sindicalismo tomó todos esos temas como bandera del justicialismo. Sin embargo, un gobierno “peronista”, el de Carlos Menem privatizó todo, desde los ferrocarriles hasta YPF, ante el silencio cómplice y llamativo de toda la dirigencia sindical.
Otro de los logros del peronismo y por lo cual ganó un lugar preponderante en la consideración internacional, fue el funcionamiento de una sola central obrera. Por ese motivo, la Argentina cuenta con una vicepresidencia fija en la Organización Internacional del Trabajo. Sin embargo, otros gobiernos peronistas se encargaron de otorgar libertades de agremiación que permitieron que, después de doce años, existieran cinco centrales obreras (tres CGT y dos CTA).
Pero lo que realmente no se puede explicar es lo que sucede con el dirigente de los obreros rurales Gerónimo “Momo” Venegas. Es el mayor defensor de la gestión de Mauricio Macri y confronta con sus pares sindicales en cada uno de los planteos. Integraba la CGT y su amistad personal con Hugo Moyano determinó que el camionero lo impulsara para convertirlo en el secretario general de las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas. Durante la crisis con el campo se puso del lado de los productores; armó su propio partido “Fe” y se sumó a Cambiemos en las últimas elecciones generales. Así entonces, el titular de las 62, el brazo político del movimiento obrero tal como lo dispuso Perón: “la CGT representa a todos los trabajadores y las 62 a los trabajadores peronistas” trabajó y lo sigue haciendo a favor de un gobierno no peronista. La situación llevó a que un dirigente local se preguntara qué podría pasar si Perón se levantara de la tumba…