La candidata Cristina Fernández apuntó contra el presidente Mauricio Macri. Lo acusó de tener en el gobierno funcionarios “crueles” y comparó la actual situación económica con la vivida en 1975 en la Argentina con el “Rodrigazo”, el plan aplicado en el gobierno de Isabel Perón que incluyó una fuerte devaluación con aumento de tarifas que disparó la inflación.
Lo dijo al encabezar un encuentro de campaña con científicos y técnicos de la Universidad Nacional de General Sarmiento, un claustro integrado por académicos identificados con el kirchnerismo. “¡Oh, vamos a volver!”, cantaron los presentes que participaban del encuentro con la candidata a senadora por Unidad Ciudadana.
“Escuchaba ayer que el presidente decía que queríamos que les fuera mal para volver al poder. Está equivocado: no queremos que le vaya mal al gobierno. Queremos que el gobierno deje de hacer mal las cosas, que es algo muy distinto”, afirmó la primera mandataria, ante un auditorio de simpatizantes kirchneristas. Se trató de un nuevo acto a puertas cerradas, en el que no hubo acceso ni convocatoria a la prensa.
La ex mandataria cuestionó a dirigentes ligados a Cambiemos que se refirieron a las personas que vivían en la calle como “un perrito” o que eran “pagados por punteros políticos. Muchas veces dije que algunos en el Gobierno eran muy insensibles, pero cuando escucho afirmaciones de esta naturaleza, me parece que hay algo más que insensibilidad: hay crueldad, porque solamente alguien con mucha crueldad puede pensar eso”, afirmó.
Signo de los tiempos
Un tramo clave del discurso fue cuando Cristina Fernández dijo que “uno de los signos de los tiempos” actuales es la aparición de más personas que viven en situación de calle y la aparición de más mascotas abandonadas. Esto último lo dijo en función de datos provistos por la Municipalidad de Berazategui, cuyo intendente es Juan Patricio Mussi, uno de los ultrakirchneristas más fervientes.
“En la clínica veterinaria de Berazategui han empezado a aparecer mascotas abandonadas por sus dueños y me hizo acordar esto al Rodrigazo de 1975. Yo vivía con Néstor, recién casados, en City Bell, y comenzaron a aparecer perros que estaban divinos y yo me quedé con dos. Tuve una pelea terrible con Néstor, que me decía, tenemos apenas para nosotros y venís con dos perros. Esto es también un signo de los tiempos: Gente en las calles y mascotas abandonadas”.