El Senado brasileño aprobó hoy la destitución de la presidenta Dilma Rousseff por 61 votos contra 20. De inmediato, varios países latinoamericanos expresaron su repudio al "golpe de estado parlamentario".
Por su parte, la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner no tardó en demostrar su malestar en su cuenta de Twitter por la distitución a Rousseff, con quien mantuvo estrecha relación mientras ambas eran mandatarias.
“América del Sur otra vez laboratorio de la derecha más extrema. #dilmarousseff”, publicó Cristina.
Esta destitución es la culminación de un año de enfrentamiento que paralizó la economía más poderosa de Latinoamérica y puso al descubierto profundas brechas en la población en todos los ámbitos, desde las relaciones raciales hasta el gasto social.