Con aparente buen resultado ha comenzado el traslado de animales del ex Zoológico de Mendoza, hoy Ecoparque, zanjando de esta forma una controversial situación que abrió una brecha más entre sectores de la sociedad: los que querían mantener el tradicional Zoo y los que bregaban por la liberación de los animales y traslado a lugares naturales.
La semana pasada se procedió a la entrega de los primeros 29 animales, nueve llamas y 20 gansos comunes, que fueron destinados a predios donde tendrán asegurado pasturas, agua y un veterinario matriculado.
Se puso así en marcha el protocolo de Adopción Responsable de Animales de la Dirección Ecoparque Mendoza, regulado por la resolución 48/2018 de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial (Sayot).
Los lugares de recepción de los ejemplares no son revelados, para protegerlos de cualquier vandalismo o el robo de los mismos, señalándose solamente en este primer caso que está ubicado en Las Heras.
Y aunque se trata de otra situación, esta preocupación es razonable porque, por ejemplo, la Policía Rural reveló no hace mucho que había aumentado la sustracción de caballos en distintos departamentos del Gran Mendoza, cuyo autores faenan cuadrúpedos con el fin de proceder a la venta ilegal de su carne.
Volviendo a la iniciativa de cesión de moradores del Zoológico, debe consignarse que para tomar esta decisión de ceder los ejemplares a particulares, el Gobierno no actuó solo, sino que para tal fin se creó un Consejo Consultivo, dentro del cual se encuentran participando distintas organizaciones que promueven el bienestar animal.
Las decisiones se toman en conjunto. Algo parecido a lo ocurrido con el Consejo del Arbolado Público, aunque en este último ente los profesionales que actúan se suelen quejar de que no son debidamente escuchados en sus propuestas.
Como comienzo de una operación que no tiene precedentes, debe señalarse que marcha bien. Las personas que reciben los ejemplares tienen que demostrar que disponen de campo con pasturas, bebederos, y un veterinario matriculado. Lo que ha sido probado, según las primeras inspecciones para el caso debutante y para los próximos que se avecinan.
En este sentido ya se ha preseleccionado 80 puestos o inmuebles adonde se destinarán otros habitantes del Zoo que todavía permanecen en el antiguo y tradicional hábitat.
Otra de las características que han previsto las normativas dispuestas por la Secretaría de Ambiente y los grupos privados que colaboran, es que los nuevos dueños de los mismos no podrán exhibirlos al público y muchos menos faenarlos para consumo humano. Por eso no han sido destinados a granjas educativas, que sí tienen la función de exhibirlos.
En el futuro mediato serán derivados otros animales, como llamas a los pueblos originarios de Uspallata, y pavos y faisanes a propiedades del Valle de Uco. También habrá derivaciones de pecaríes, tapires y un guacamayo al Parque Provincial Iberá (Corrientes) y tucanes a Misiones, aunque en este caso por medio de convenio con el gobierno de dicha provincia.
El programa seguirá más adelante con la partida de 1.600 aves de corral, de un oso, cuatro elefantes y tigres a un santuario de Mato Grosso (Brasil) y de tigres, leones y diez osos pardos a otro santuario, pero en este caso en Colorado (Estados Unidos). Como se recordará se derivó, aunque por orden judicial, a un santuario en Sorocaba (Brasil) a la chimpancé Cecilia.
A la fecha han encontrado nuevo hogar 1.000 animales, que serán derivados a los candidatos que fueron aprobados luego de la visita a los campos.
Esto significa que alrededor del 60% de los animales en adopción ya encontraron nuevo hogar.
De todas las especies en adopción, han encontrado quien los reciba el 100% de los ponies, llamas, pavos reales, gallinas de Guinea, faisanes, patos, búfalos de la India y cabras de Angora. Y más del 70% de las siguientes especies ya tienen asignado un hogar: gamos blancos y pintados, ovejas de Jacob y somalíes.
En resumen, se viene cumpliendo bien un operativo que parece tener pocos antecedentes en otras partes del mundo y que ha tenido por objetivo último procurar el bienestar animal, logrando la readaptación de muchas especies con la naturaleza de donde procedían.