El sector olivícola local ha perdido, en los últimos años, mercados ganados con esfuerzo como el brasileño, tanto en aceite de oliva como en aceituna de mesa. En 2013 las condiciones internacionales que lo venían agobiando podrían cambiar y dar algo de aire a los productores. Así lo ve Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo y representante de la Asociación Olivícola de Mendoza (Asolmen).
Existen señales que indican que 2013 podría ser un buen año como consecuencia de una merma de las cosechas de los países competidores de Europa. Pero es incierto lo que sucederá con factores actuales como el atraso cambiario, los altos costos internos, la presión tributaria excesiva y los problemas con la obtención de mano de obra, según observan los empresarios.
Para Bustos Carra, el panorama es similar para el sector de ciruelas desecadas y otros productos agroindustriales. Por este motivo, aunque los planes pueden ser variados, lo cierto es que no hay decisiones tomadas “hasta que el contexto nacional no brinde el marco de seguridad que las inversiones requieren y se cuente con leyes laborales que, sin dejar de proteger al asalariado, no presenten trabas para su contratación”. Esto, debido a la importancia que la mano de obra tiene en los productos de las economías regionales.
Otro sector que, por ahora, se para en el medio de la balanza es el metalmecánico. Aunque desde la Asociación que los nuclea, Asinmet, el nivel de expectativas es bajo, se advierte que están haciendo inversiones como la única salida para mantener la actividad. Intentan ser optimistas, pero lo cierto es que sus chances para 2013 dependen de otros.
“En la medida en que se concreten obras esperadas como Los Blancos, el avance del proyecto Potasio Río Colorado, las promesas de YPF o si mejoran aspectos relacionados a la rentabilidad de la agroindustria, se necesitará incorporar más personal, de lo contrario la tendencia es a mantener lo que tenemos”, advirtió Julio Totero, presidente de la Asinmet. Para el empresario no hay certezas de que las políticas que hoy les preocupan se modifiquen.
En tanto, el sector minero en sentido amplio también prevé complicaciones con la inflación. Sin embargo, desde la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros (Camem) apuestan a los grandes proyectos para pensar en inversiones, empleo y movimiento. Por el momento, el único a la vista es Potasio Río Colorado, que en 2013 caminará a media máquina y difícilmente iguale el movimiento de este año.
A pesar de las dificultades que las grandes empresas mineras tienen para acceder a los mercados de financiamiento, el flamante presidente de Camem, Gustavo Racioppi, se esperanza en la posibilidad de que “la Suprema Corte de Justicia declare inconstitucional la ley 7.722” y puedan concretarse emprendimientos postergados como San Jorge (cobre en Uspallata) y Sierra Pintada.
Luis Sentinelli, secretario de la Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim), espera un 2013 un poco mejor luego de un 2012 agitado por la tensión con Brasil, mercado natural para el durazno enlatado mendocino y la sombra de Grecia. Apuesta a suplantar al competidor en México y potenciar presencia en Venezuela.
En base a una réplica del programa de producción 2012, el sector prevé invertir en tecnología pero mantener el personal. En ese contexto, Sentinelli se esperanza con que el ritmo de paridad cambiaria “sea el de los seis últimos meses, lo que resultaría saludable y acertado para una actividad obligada a exportar 25 de los 125 millones de latas que produce. Por el resto, el plan no permite vislumbrar ningún golpe de timón fuerte, ni paritarias inferiores a las de este año”.