Cerros de colores

Valparaíso sorprende al viajero con su amor por el arte urbano, la gastronomía y la fiesta. Recorridos para los que van a vivir la Copa América.

Cerros de colores

"Valpo te enamora", dice Josefa Palomero, santiaguina de nacimiento y porteña por adopción, de esta ciudad de cerros multicolores que otea el océano Pacífico.Josefa es gerente de la Asociación Gremial Disfruta Valparaíso, integrada por una veintena de hoteles, restaurantes, galerías de arte y tiendas de diseño, que vienen trabajando en la revitalización de los cerros Concepción y Alegre, epicentros de la movida turística de esta ciudad que, de verdad, enamora.

La caminata del inmigrante
La caminata del inmigrante es un paseo organizado por la Dirección de Turismo, un recorrido por las pintorescas calles y puntos panorámicos de los Cerros Alegre y Concepción.

Cuestas, pasajes, callejones, miradores, y graffitis, muchos graffitis. La ciudad entera está dibujada; cada fachada es una obra de arte. Los grafiteros son felices en Valpo; sólo tienen que tocar la puerta y pedir permiso al dueño de casa, nada de andar pintando a escondidas. También es un trabajo rentable: locales, restaurantes, hoteles y hasta la Municipalidad, los contratan. “Cuando fue declarado Patrimonio, en 2003, este sector revivió. Acá había un hotel y un restaurante. En diez años fue un cambio increíble”, asegura Fabián Díaz Rojas, guía de la Dirección de Turismo. Los barrios se revitalizaron y se montaron gran cantidad de hoteles boutique, restaurantes y cafés.

La caminata abarca los principales puntos y miradores de estos cerros, como el Paseo Gervasoni, el Paseo Atkinson y el Paseo Yugoslavo, con tremendas panorámicas. Los ascensores o funiculares son parte fundamental del Patrimonio, una joya histórica de las que hubo unos treinta en funcionamiento y hoy quedan una decena que suben y bajan transportando moradores ya acostumbrados al traqueteo y turistas asombrados y un poco temerosos. "Todo empezó aquí, y luego se extendió en los cerros aledaños. Cuando los inmigrantes ingleses y alemanes llegaron, tuvieron que construir acá arriba. La gente que trabajaba en el puerto vivía acá, e inventaron, de alguna manera, un estilo de vida -explica el guía- El legado es patrimonio por la forma de construcción en los cerros, por la forma de vida que tienen los porteños. Subir y bajar las escaleras y los funiculares. Es un patrimonio realmente cultural, que rescata una forma de vivir".

Cocina fusión y cerveza artesanal
Cristian Muñoz se crió de sur a norte de Chile. Su padre era marino y lo cambiaban de trabajo todos los años, por eso habitó en geografías disímiles. Desde las heladas tierras de Puerto Williams, en Tierra del Fuego, hasta la aridez costera de Iquique, en el extremo norte. Así imaginó su restaurante, una fusión de estas tierras. "Este cambiar de ciudad era también cambiar de alimentación", recuerda Muñoz, luego del almuerzo en Cocina Puerto, el restaurante que abrió en Cerro Alegre hace tres años. "La idea es poner el acento en los productos del mar y fusionarlos con productos de tierra". En Cocina Puerto se pueden comer exquisiteces tradicionales como una crema de mariscos, un piqueo de ceviche de centolla o un clásico del campo chileno como la humita que, en general, viene con ensalada de tomate y cebollita. Pero Muñoz le da su toque fusión con frutos de mar: ostiones, camarones, almejas, y cholitos salteados. "No la vas a encontrar en otro restó, es cocina de autor. Si bien es comida con notas gourmet, lo hacemos más coloquial, más cercano. Hemos logrado que la gente del barrio también venga y para mí eso es fundamental. Se armó un barrio gastronómico interesante. Encontré este lugar y decidí apostar mis fichas acá".

Cerro Alegre y Concepción concentran la mayoría de hoteles boutique, bares y restaurantes. La gastronomía de excelencia se ganó un lugar en medio de estas laderas que serpentean, suben y bajan, y siempre terminan oteando el horizonte.

Valparaíso es la cuna de la cerveza chilena. Los británicos fueron una de las oleadas de inmigrantes más grandes Fue un irlandés, Andrew Blest, quien a falta de cerveza en el puerto en el que había anclado, comenzó a elaborarla en 1825. La historia la cuentan de principio a fin en la Cervecería Altamira, ilustrada con muy buenos gráficos y mapas que adornan sus paredes. Atrás de la barra están los barriles donde también le explica al visitante como es el proceso. La historia y el proceso culminan con una degustación de los tres tipos Ale: rubia, ámbar y negra, que se acompaña de los platos que maridan con cada una: Cabiche para la rubia, quesadillas con carne mechada para la ámbar y salchichas ahumadas para la negra.

Por los cerros en minitrole
"Valparaíso no fue fundada, ni inaugurada; tampoco fue pensada, diseñada ni planificada. El carácter de esta ciudad lo hizo su gente, que se instaló hacia arriba, como pudo, donde pudo y como quiso. Entonces, salvo unos pequeños barrios como Cerro Alegre y Concepción, todo el resto es autoconstrucción. Cada uno sabe hacer sus casas. Nadie ha contratado arquitectos o ingenieros. Es una herencia cultural. Todo fue hecho por la masa", asegura Julio Medina Correa, profesor de filosofía y guía del original paseo en el Mini Trole."Valparaíso existe gracias a un patrimonio fundacional: el viento. Es una condición sustantiva. Diría yo que el viento es el rey, el soberano total de este espacio". El tour sale a diario desde el plan, la parte baja de la urbe, centro administrativo, comercial y financiero. Parte de la plaza Sotomayor, frente al puerto.

El Mini Trole es una camioneta Volkswagen verde a la que disfrazó: le puso una barra de hierro en el techo como las que llevan los verdaderos, que aún hoy se utilizan como transporte público. Este paseo para turistas poco turístico recorre 33 de los 42 cerros, adentrándose en barrios a los que los viajeros, de otra manera, no llegarían. Ahora la avenida Brasil, la calle de los monumentos. “Ha sido una gran proeza. En 500 años le hemos quitado 600 metros al mar", comenta Jorge, que habla rápido y sabe mucho. Esos 600 metros son la distancia máxima que hay entre el mar y los cerros. En algunos rincones son poco más de 100 metros.

"Cuando llegaron los españoles estaban los Changos, una etnia que no conocía las guerras ni las armas. Eran pescadores e inventaron los botes con piel de lobo de mar, inflada. Tenían vocación por la fiesta, por el carrete como decimos nosotros, y ése es el primer piso de nuestro gen cultural. Aquí toda la gente celebra".

El vehículo sigue su recorrido trepando laderas y comienza por los cerros más humildes. En cada una de las quebradas hay niños remontando barriletes o volantines, como les dicen por acá. Las casas son de chapa y la vista es monumental: desde cualquier punto se ve el mar, el puerto y más allá, al otro lado, la cordillera. Se dice que cuando llegó el correo, como no había direcciones, las casas se identificaban por colores. "Vivir en Valparaíso es vivir en comunidad. Para entrar a tu casa tienes que pasar por la del vecino. Usar la misma escalera, que es al mismo tiempo la calle, la plaza, el centro de reunión, de pololeo (noviazgo). Los cerros forman también una cuenca en la que el viento lleva y trae sonidos, se escucha todo. "Como estamos en un anfiteatro, todos te ven, todos se conocen, todos nos llamamos de vecino, la gente cuida de los chicos comunitariamente. Cuando hay tragedias, la viven juntos. Pero cuando hay fiesta, también.

También Neruda

La Sebastiana -la casa del poeta en Valparaíso- es un paseo encantador. Ubicada en el cerro Florida, es uno de los tres hogares que tuvo Pablo en Chile y resulta un paseo imperdible durante una visita a esta ciudad.

Declarada Museo Histórico Nacional, atesora buena parte de la colección personal del escritor, ganador del premio Nobel en 1971. La casa estuvo abandonada desde su muerte en setiembre de 1973 hasta que comenzó su restauración en 1990. Abrió al público en 1992.

Información

Dónde comer
Cocina Puerto Valparaíso: Almirante Montt 455. Cerro Alegre. 
Cervecería Altamira: Elías 126, esquina Cumming www.cerveceraaltamira.cl
El Mercadito Alegre: Pastelería Gourmet. Almirante Montt 406 www.mercaditoalegre.cl
El desayunador: cafetería, cocina orgánica, vegetariana. Almirante Montt 399 
Café de Lukas – Paseo Gervasoni 448

Paseos y excursiones
www.minitrole.com
Más info: 
www.disfrutavalparaiso.com
www.ciudaddevalparaiso.cl

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