Durante varios días permaneció cerrado el centro de salud del barrio conocido como "Pobre diablo", en la zona sur de la ciudad de San Rafael estigmatizado por hechos de violencia y su casi extrema pobreza. Precisamente la decisión fue tomada por Salud de la Provincia tras un incidente violento contra una empleada de ese centro asistencial.
Cerca de 50 personas cortaron la circulación del callejón Severo del Castillo para reclamar por la reapertura de este efector, uno de los 28 que atiende la provincia. Hay otros 28 que dependen del municipio. Cabe aclarar que el barrio en cuestión es habitado por más de mil personas y se levanta en una de las márgenes del río Diamante, muy cerca de otra barriada llamada El Molino que también se asienta sobre la avenida Vélez Sársfield pero en la otra margen de los dos brazos de este cauce que forma una isla que se extiende hasta el suroeste de la cabecera departamental.
Según los manifestantes, las autoridades sanitarias provinciales decidieron el cierre tras producirse la agresión a una enfermera y el destrozo de parte de las instalaciones. Los relatos de autoridades, como el delegado municipal del distrito de Rama Caída, distrito al cual pertenecen estos barrios, Omar Rodríguez, indicaron que el conflicto se resolvió y desde ayer a la mañana "la salita", como se conoce al lugar, está funcionando nuevamente debido a que "se decidió una internación psiquiátrica del chico que protagonizó el incidente”.
También la policía ha comprometido, afirmó, una mayor presencia en el patrullaje al no poder satisfacer el pedido que se hacía de destinar a un efectivo en el lugar.
La agresión
Dijo una vecina entrevistada por los medios que "un muchacho que está enfermo rompió los vidrios de la sala, agredió a una enfermera y ocasionó daños en el vehículo de la señora. A partir de esto la sala estaba cerrada hace casi una semana. Nosotros no somos responsables de eso ni tenemos que pagar las consecuencias. Necesitamos esta atención", dijo.
La salita atiende diariamente de 7.30 a 13 y cuenta con todos los servicios de atención primaria de la salud.
Cabe destacar que desde hace un tiempo estos dos barrios citados están incluidos en un programa de mejoramiento encarado por la comuna con fondos nacionales y en la actualidad se han realizado tareas de urbanización que ya permiten, en casos de emergencia, el ingreso de vehículos de seguridad y de auxilio médico.
El delegado Omar Rodríguez destacó que por propia iniciativa está realizando un censo en todo el distrito, especialmente en este lugar, para determinar la población real y las necesidades insatisfechas que pueden estar al alcance de la Municipalidad a través de su gestión. "Hace mucho tiempo que no se sabe bien cuántas personas viven en Pobre Diablo y en El Molino, destacó.
