"Desde el cepo de u$s 100 mensuales que se pueden comprar por ventanilla, la operatoria cayó de 100 a 10". El director de una de las ocho casas de cambio que bajó su persiana en lo que va del año explica el porqué del cese de las actividades. Primero deben pedir la baja de la licencia ante el Banco Central, que demora unos 30 días.
En la City se prevé una mayor depuración en el sector, ya que desde el 31 de marzo deberán pasar a integrar un capital mínimo de $ 10 millones, el doble que hasta ahora, además de integrar garantías en títulos, pesos o dólares por $ 1 millón, requisito que hasta hoy no existía. En tanto que las agencias y operadores de cambio, que hasta ahora no tenían ningún requisito, deberán integrar un capital mínimo de $ 5 millones y garantías por $ 500.000.
Mario Mocheti, presidente de la Cámara Argentina de Casas y Agencias de Cambio, piensa que a partir de esta nueva disposición del Banco Central (BCRA) se dará una depuración significativa en el sector, no tanto quizás entre las 25 casas de cambio que aún sobreviven, pero sí entre las 220 agencias y operadores de cambio. "Sobre la base de todo lo que está ocurriendo, le pediremos al BCRA una prórroga de plazo en los trámites de presentación de documentación para la integración de garantías", dijo.
El gerente de Productos Cambiarios de uno de los principales bancos adelanta que seguirán cerrando las casas de cambio tradicionales por la migración que existe al canal digital, sumado a que sólo pueden vender u$s 100 por mes por mostrador y u$s 200 por transferencia: "Al ser tan poco monto, empuja a la gente a hacerlo por la web, al punto que el 80% de la venta de billetes en los bancos se hace por Internet. Por lo tanto, las casas de cambio que no tienen canales digitales se verán perjudicadas".
En este sentido, los bancos captan operaciones de las casas de cambio y, al migrar dichas operaciones al canal digital, reducen costos de estructura, por lo que pueden ofrecer un precio más competitivo.
Una de las casas de cambio que se dio de baja fue Cambio Alpe, propiedad de la legendaria Olga Martínez Blanco de Tomasevich, quien en los '80 convirtió a Puente en una importante casa de cambio, luego de que su padre, Alberto Martínez Blanco, llegara desde España escapando de la Guerra Civil. Olga heredó el negocio de Puente hasta que se lo pasó a su hijo, Federico Tomasevich, y ella se quedó con Alpe, bajo la tutela de Carlos Lizer, quien de director de Puente había pasado a director de Alpe. Si bien ya cerraron la operatoria, ahora están haciendo el cierre de la sociedad y el balance de 2019, mientras ya cancelaron el contrato de alquiler que tenían del local de Sarmiento 480.
Sin dudas, el negocio cambiario va mutando. Supervielle, por ejemplo, inauguró una operatoria semidigital de compra de monedas, mediante la cual el cliente puede comprar on line desde su cuenta los reales, euros, pesos uruguayos o chilenos que necesite por el equivalente a u$s 200 por mes y al día siguiente los puede pasar a retirar por cualquiera de las sucursales que tenga stock de esos billetes.