La actividad en la guardería ubicada dentro del hospital pediátrico Humberto Notti, y que maneja una Fundación, quedó suspendida por 21 días para ser desinfectada luego de que se detectaran casos de tos convulsa en dos niños que acuden al lugar.
Los pequeños están recibiendo la medicación adecuada y se encuentran en buen estado de salud.
La tos convulsa es una enfermedad infeccioso-respiratoria que aparece generalmente en esta época del año. Durante 2014 se registraron 41 casos en toda la provincia y, según explicaron los especialistas, el comportamiento para 2015 será similar.
Tras diagnosticarse la enfermedad en los niños que asisten al Jardín Maternal Angélica Suárez de Jofré, los médicos del Notti intervinieron para aplicar el tratamiento adecuado y de esa manera disminuir el período de contagio.
“Se tomaron las medidas concretas para este tipo de casos, que sobre todo apuntan a evitar la propagación de la tos convulsa, producida por la bacteria borretella pertussis, altamente contagiosa, sobre todo entre en los menores de un año. De ahí que los responsables de administrar el lugar decidieran suspender todas las actividades y hacer una desinfección adecuada que corte ese período de contagio”, explicó el director general de hospitales, Luis Agüero.
El profesional destacó las tareas de limpieza que se hacen tanto en la guardería como en el hospital y descartó así una denuncia que hicieron trabajadores de ATE del Notti, quienes aseguraron que el espacio manejado por la Fundación Notti no recibe las desinfecciones necesarias y que tampoco se hacen de manera regular.
“Ya cuando se sospechó del primer caso, se tomaron todos los recaudos necesarios: aislar al paciente y darle antibióticos para acortar el tiempo en el cual el enfermo puede infectar. Si uno deja a la persona librada al azar, puede estar contagiando alrededor de tres semanas.
En cambio, con la medicación ese período de contagio se reduce a cinco días, lo que evita considerablemente la propagación de la enfermedad. Los niños se encuentran en buen estado de salud y también el resto de sus compañeros”, sostuvo Agüero.
La tos convulsa afecta a personas de todas las edades y es más frecuente en niños, con posibilidad de causar complicaciones e incluso la muerte. En este caso, es el adulto quien porta la bacteria borretella pertussis y luego contagia por vía aérea a un niño. Por lo general, los que corren más riesgo son los menores de un año.
“Los adolescentes y adultos que están tosiendo más de 14 días deben consultar a un médico. La población no debe alarmarse, sino tener en cuenta que la tos convulsa puede prevenirse con la vacunación correspondiente, que de hecho está en el calendario oficial. Los padres deben vacunar a sus hijos a los 2, 4, 6 y 18 meses, e incluso existe un refuerzo en edad escolar (a los 5 años). Deben estar colocadas todas las dosis”, precisó Agüero.
Según destacó el médico, la provincia muestra desde hace años una tendencia en baja de esta enfermedad justamente por “la amplia cobertura en proporción de población en riesgo inmunizada, que alcanza al 95 por ciento”.
¿Cómo detectarla?
La enfermedad tiene 2 fases. La primera se denomina catarral y dura entre una y dos semanas: el paciente comienza con catarro y tos progresiva, secreción mucosa y aumento de la frecuencia respiratoria.
La fase paroxística dura entre tres y seis semanas: aparecen los accesos llamados quintas, 5 golpes aproximados de tos de intensidad creciente que le ocasionan al niño una angustia importante con imposibilidad de respirar y pérdida del apetito. En los bebés menores de 3 meses, en lugar de los accesos de tos pueden presentarse episodios de ahogo con apneas e interrupción de la respiración, coloración azulada de la piel y vómitos.
