En 2018 cerraron cerca de 500 comercios entre kioscos, minimarkets, pequeños almacenes y otros puntos de venta, de los 5.000 que contabiliza la Unión de Kiosqueros de Mendoza en los departamentos más cercanos al centro de la provincia. La pérdida del poder adquisitivo de los clientes, los constantes aumentos de precios y las subas de tarifas, se cuentan entre las principales causas de este fenómeno.
"La gente no tiene dinero disponible para darse pequeños gustos. Antes salía a pagar la tarjeta de crédito y pasaba por el kiosco para tomarse una gaseosa, un helado en verano, o un chocolate en invierno; hoy no tiene para pagar la tarjeta, mucho menos para pasar por el kiosco", consideró Raúl Villarreal, representante de la Unión de Kiosqueros de Mendoza. A esto se le suma que desde hace un tiempo dejaron de registrar "ventas por impulso", es decir aquellas que iban asociadas a la compra de otros artículos.
"La venta de cigarrillos cayó por culpa de los precios (en 2018 aumentaron una vez por trimestre). La gente busca productos de menor precio, agregó, aunque advirtió que la elección por una vida más sana también hizo que cayera la cantidad de fumadores.
Mientras que antes de cada diez compradores, seis iban al kiosco por cigarrillos, hoy la relación se redujo a tres de cada diez. En cuanto a alimentos y bebidas, Villarreal explicó que hay pocas compañías detrás de las principales marcas, y aplican incrementos de precios que rondan el 5% mensual.
"Los aumentos son constantes, las grandes empresas de gaseosas, golosinas y lácteos que nos proveen, aumentan las listas absolutamente todos los meses", apuntó.
En términos generales, calculó el comerciante que las ventas durante 2018 se retrajeron un 30% y a la fecha acumulan una merma interanual del 35%. Gustavo Suárez, tesorero de la misma institución, señaló que es común que los comercios no duren en el tiempo. Sin embargo, indicó que el 2018 fue crítico y aseguró que cerca de un 10% de los participiantes del rubro cerró sus puertas.
"El consumo ha caído, y comenzamos el año con incrementos que directamente se trasladaron a precios. Por más que restrinjamos nuestro margen de ingresos, con alquileres que aumentaron un 30%, tasas municipales con subas del 25% y con este nivel de ventas, ya no es posible subsistir", explicó Suárez. Otra situación que genera preocupación es el cambio de zonas en las que la gente transita habitualmente. "La venta de fondos de comercio se ha incrementado mucho por el Mendotran. Los comerciantes temen que las ventas caigan aún más por la menor afluencia", cerró.
Saldo general positivo
El año pasado se autorizaron más de 3.000 habilitaciones comerciales y se registraron cerca de 1.300 cierres en el Gran Mendoza, contemplando toda clase de negocios. Según explicaron desde los municipios, la actividad fue normal en cuanto a los cierres, pero se redujeron las solicitudes de apertura.
Entre las actividades que más sintieron la caída de la actividad comercial se encuentra el rubro panadería, con cerca de 45 comercios cerrados en 2018, y los kioscos. En este contexto, el titular en Mendoza de la Cámara de Empresarios Panaderos, Miguel Ángel Di Betta, destacó el impacto de las boletas de gas, que aumentaron de $ 5.000 en 2016 a $ 25.000 en 2019. "Además, la harina subió 227% en los últimos doce meses, pero lo que más sentimos son los impuestos, que están por las nubes, y las cargas laborales, que no ayudan para nada", agregó el empresario.
Por su parte, Enrique Tarditti, titular de la Asociación de la Pequeña y la Mediana Empresa de Mendoza (Apyme), aseguró que se cerraron 400 negocios en el centro mendocino en 2018 y consideró que la baja en el consumo y el aumento de las tarifas, fueron las principales protagonistas de esta situación.
Balance por municipio
Pese a la baja del consumo, el Centro sigue siendo una plaza buscada por afluencia de potenciales clientes. Prueba de esto es que el año pasado 641 comerciantes presentaron solicitudes de habilitación en Capital, un número habitual para un año no recesivo.
"En 2018 no hubo un aumento de aperturas ni de cierres en Ciudad", explicó al respecto Mariana Juri, a cargo de la secretaría de Cultura, Turismo y Desarrollo Económico del municipio. La funcionaria destacó el crecimiento de la gastronomía, que se posicionó con fuerza en zonas como la esquina de Sarmiento y Belgrano e incluso en la calle Arístides Villanueva.
En Godoy Cruz, el 2018 concluyó con 716 aperturas y 377 cierres, y aunque el saldo resulta positivo, señalaron desde el municipio que se trató de un año atípico, ya que si bien "el número de bajas en promedio se mantuvo, disminuyó la cantidad de aperturas con respecto a años anteriores".
Guaymallén registró 716 aperturas, y 377 bajas, números muy similares a los del año anterior (en 2017 hubo 717 aperturas y 344 bajas totales). Con la llegada del verano el municipio sumó locales gastronómicos, particularmente en la zona de calle Azcuénaga de Villanueva, Guaymallén.
En Maipú, aunque también muestra un saldo positivo, las bajas de comercios se acercaron mucho a las aperturas (480, contra 327 bajas).
Finalmente, en Luján de Cuyo, se registraron 539 aperturas y 241 cierres, con movimientos similares a los registrados en Maipú.