Existen circunstancias en las que la casa te queda chica, necesitás más luz natural o querés sacarle partido a un balcón que no utilizás. Ampliar el espacio de alguna habitación o bien hacerla más habitable son los motivos que te empujarán para instalar un cerramiento en tu vivienda. Sus propiedades básicas son aislar y proteger tanto dentro como fuera de la vivienda y preservar la atmósfera del hogar haciendo de la zona revestida una continuación de la estancia. Podés ampliar el comedor cerrando el balcón, disfrutar de una piscina cubierta o de un solarium si disponés de un altillo y es una buena manera de aprovechar por más tiempo la luz natural.
Esta reforma supone una barrera que te protege del exterior, amparándote de las molestas inclemencias del tiempo o incluso de los intrusos. Es un aislante térmico y acústico, si así lo deseás, ya que sus prestaciones dependen de tus necesidades, y su instalación no es nada aparatosa. Si querés ampliar tu casa y no sabés cómo hacerlo te invitamos a que conozcas esta forma sencilla y práctica de conseguirlo.
TIPOS DE CERRAMIENTOS Y PRESTACIONES
Interiores y exteriores; los podés encontrar fijos, móviles (manuales o motorizados), replegables, de correderas, etc. Sus funciones difieren según las zonas en que se ubiquen.
Cerramiento exterior: la cara exterior es impermeable, ahoga el ruido y reflecta la luz. La parte interna puede actuar como aislante térmico de baja o alta intensidad, como cámara de aire, e incluso, como barrera de vapor. Absorbe el sonido interior y reduce el tiempo de reverberación, evita la filtración del viento, reflacta la luz (tanto natural como artificial), presenta una tolerancia al agua fría, etc.
Cerramiento interior: no está expuesto a la misma intensidad de los efectos que los factores externos traen consigo; pero sus propiedades acústicas son mayores.
LAS ABERTURAS
Son la parte modificable de los cerramientos y los que comunican el interior con el exterior. Poseen las mismas funciones de aislamiento y protección; pero éstas varían según las necesidades. Por ejemplo:
- Puertas: facilitan la entrada y salida de personas, vehículos y otros objetos.
- Ventanas y claraboyas: permiten el paso de la luz, del aire o ver el exterior o el interior de la habitación.
- Conductos de ventilación: renuevan el aire y purifican el ambiente del cerramiento.
El hueco ideal sería el "puerta-ventana" y que éste aportara todas las funciones que se requieren. El acristalamiento de las ventanas y claraboyas es un aislante térmico y acústico y aporta la luz natural a la estancia; por otro lado, la carpintería facilita el aislamiento acústico, aísla el aire y permite la apertura de la ventana. Las puertas, por su parte, ofrecen las mismas asistencias que el revestimiento de carpintería.
MATERIALES E INSTALACIÓN
- Vidrios: simples o dobles.
- Placas de policarbonato.
- Paneles.
- Madera.
- Aluminio: natural sin anodizar o anodizado (protección contra el óxido). Pintado al horno, de color blanco, marrón, etc.
- PVC.
El más común es el aluminio; por su resistencia, ligereza y durabilidad. Se adapta muy bien a las condiciones climáticas; no se hincha ni se parte. Su cuidado y mantenimiento es muy sencillo; si está sucio solo tenés que pasarle un trapo. Y, por último, es un buen aislante, ya que no filtra el agua ni el viento.
Para instalar un cerramiento lo primero que tenés que determinar es cuál va a ser el uso al que estará destinado y qué condiciones son las que querés que posea. Teniendo en cuenta estos factores, se utilizarán unos materiales u otros:
Para aislamientos térmicos y acústicos, utilizar los vidrios termocáusticos o el doble acristalamiento.
- Si querés una estructura firme y segura colocar vidrios inastillables.
- Dependiendo de su emplazamiento, colocar un techo de capa, vidrio o plástico.
- Y teniendo en cuenta su orientación, es interesante que sepas que los balcones o estancias situadas al norte u oeste, son más calurosas. En consecuencia, necesitarán una ventilación apropiada.
La instalación se realiza a medida y, normalmente, sin hacer obras; esto quiere decir que no necesitarás romper o tirar abajo las paredes. Los paneles se sujetan con tarugos de plástico y se fijan con selladores especiales o ploruleano. No es una tarea complicada.
El costo de esta reforma dependerá de la calidad de los materiales.