Cero tolerancia para el trabajo infantil

Hay todavía en nuestra realidad local casos de empleo infantil, en flagrante violación de las normas que lo prohíben.

Cero tolerancia para el trabajo infantil
Cero tolerancia para el trabajo infantil

En Mendoza se ha avanzado en el combate contra el trabajo esclavo, que en gran parte contempla el empleo de niños y niñas en tareas laborales. Así lo reflejan diversas medidas adoptadas por la actual administración de Alfredo Cornejo y las anteriores que le precedieron en la función.

Sin embargo, el tema persiste. En el ámbito del agro es donde más se comprueba  la inobservancia a claras disposiciones que contemplan los casos de explotación infantil.

En este contexto, ha resultado un instrumento clave la sanción en el Senado de la Nación -hace cinco años- de la  modificación del Código Penal, al agregar al artículo 148 bis. Este añadido establece que será reprimido con prisión "de uno a cuatro años" al que "aprovechare económicamente" el trabajo de "un niño o niña en violación de las normas que prohíben el trabajo infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave".

Aunque hay organismos provinciales y organizaciones de la vida civil que atienden y se preocupan por esta problemática que ya debería estar erradicada, es importante que los municipios estén muy atentos y efectúen los controles pertinentes dentro de sus jurisdicciones.

Nuestra provincia registra el decepcionante privilegio de encontrarse entre las que más registran menores de edad en situación de explotación laboral. Esta realidad constituye una tremenda doble injusticia por la ocupación ilegal en sí de esos chicos y su privación a la posibilidad de educarse en esos lapsos en que malsanamente son ocupados en hacer diversas tareas, propias de los mayores.

En ese sentido puede merituarse como oportuna la participación de la Municipalidad de Mendoza en el Encuentro Nacional de Comisiones Provinciales para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (Copretis), que se desarrolló en la Ciudad de Buenos Aires. Las jornadas tuvieron el propósito de brindar herramientas que permitieran fortalecer las capacidades de avanzar en los objetivos para el próximo año, en las agendas locales, regionales y en los planes operativos provinciales.

Durante la reunión, las regiones expresaron los distintos lineamientos de trabajo y los proyectos a futuro en pos de favorecer la erradicación del trabajo infantil. La región Cuyo estableció como eje fundamental la concientización en relación a la temática, a fin de desnaturalizar el posicionamiento que aún sostienen algunos sectores de la sociedad en relación al trabajo infantil. Es cuando se afirma que debido a la extrema vulnerabilidad de muchos hogares, las familias pobres se ven empujadas a permitir que un menor haga tareas que arrimarán un poco más de dinero al hogar.

El encuentro en la CABA permitió el conocimiento del accionar de todas las provincias, comprendiendo los diferentes contextos y facilitando un espacio de intercambio en cuanto las diferentes medidas para su erradicación. Asimismo, se habló de la importancia de la escuela como entidad que no sólo detecta, sino también promueve fuertes vínculos de articulación, en los cuales los niños y niñas puedan ser contenidos mientras sus progenitores y/o adultos responsables desarrollan tareas laborales.

Es importante destacar que desde la Comisión para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conaeti), la Unicef y la OIT,  se están realizando estudios con datos estadísticos, los que posibilitarán tener una mirada integral y global, como así también local a fin de orientar políticas públicas. Esto tiene que ver con el hecho de que faltan estadísticas en este campo de la realidad. Desde el Departamento de Familia, Niñez y Adolescencia del municipio capitalino se trabaja en un protocolo de acciones para intervenir en materia de trabajo infantil y protección del empleo adolescente, dentro del marco del Protocolo Provincial.

Habrá que esperar que tantas acciones fructifiquen para que pronto  situaciones tan frustrantes como dolorosas de chicos inmersos en acciones de adultos y separados del juego y el estudio, se terminen de una vez por todas.

Los que contratan empleo en sus diversas gamas y modalidades, también deberán hacer lo suyo y poner freno de tolerancia cero a niños en algún tipo de ocupación.

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