La tasa de participación laboral femenina en América Latina y el Caribe se ha estancado en torno al 53 % y persisten los sesgos de género en el mercado de trabajo, según un informe difundido hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El documento, lanzado con motivo del Día Internacional de la Mujer que se celebra hoy, destaca que los indicadores laborales en la región habían mostrado una evolución positiva durante la última década, aunque la participación de las mujeres en el trabajo se ha estancado los últimos dos años.
Además el 78,1 % de las mujeres que trabajan lo hacen en sectores que la Cepal define como empleos de baja productividad, lo que implica remuneraciones más bajas, menos cobertura de seguridad social y poco contacto con las tecnologías y la innovación.
El informe, elaborado por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal, recuerda también que las tasas de desempleo de las mujeres de la región son "sistemáticamente mayores" que las de los hombres.
Entre 2003 y 2013, la tasa de desempleo en América Latina acumuló un descenso del 2,8 %, pero a partir de 2015 esta tendencia se revirtió.
Ese año el desempleo alcanzó el 7,4 %, siendo las mujeres las más perjudicadas con un 8,6 %. Según datos preliminares del 2016, la tasa de desempleo aumentó en promedio 0,5 puntos porcentuales; un 0,7 % para las mujeres y un 0,3 % para los hombres.
"Los indicadores laborales en América Latina y el Caribe siguen exhibiendo grandes brechas de género en el acceso a oportunidades y derechos entre hombres y mujeres", destaca la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
"Las desigualdades tienen su base en un sistema social que reproduce estereotipos y conserva una división sexual del trabajo que limita la inserción laboral de las mujeres", agrega.
En su opinión, estos factores estructurales son un obstáculo para superar la pobreza y la desigualdad, así como para conseguir la autonomía económica de las mujeres.
Las tasas de desempleo femenino y masculino varían en los países de la región pero la brecha de género siempre es favorable a los hombres, excepto en México, donde el desempleo de los hombres supera el de las mujeres en 0,1 puntos porcentuales, según el informe.
La Cepal reclama que las políticas de empleo sean capaces de cambiar la estructura actual de desigualdad, asumiendo los sesgos de género que existen en el mercado laboral.
También considera urgente reconocer y redistribuir el tiempo de trabajo no remunerado para que la responsabilidad del cuidado de los hijos, personas dependientes y ancianos no recaiga exclusivamente sobre las mujeres.