El comercio ilícito de diamantes y marfil de elefantes, sirve para financiar a los diferentes grupos armados en Centroáfrica, país sumido en un conflicto sin precedentes desde hace más de un año, según afirmó la ONG estadounidense Enough Project, en informe enviado a la agencia AFP ayer.
“Cuando la alianza rebelde Seleka se apoderó de la capital en marzo de 2013, estaba apoyada por mercenarios y cazadores furtivos fuertemente armados y bien entrenados de Chad y Sudán, algunos de los cuales pertenecían a las milicias llamadas yanyawid, apoyadas por el gobierno sudanés”, indica el autor del informe, el investigador Kasper Agger.
“Los rebeldes Seleka y los combatientes extranjeros realizaron saqueos e hicieron tráfico de diamantes y de marfil para pagar armas, combustible, alimentos y a sus soldados”, agregó Agger.
Paralelamente, según el investigador, las milicias en su mayoría compuestas por cristianos anti-balaka que combaten a los ex-Seleka, musulmanes en su mayoría, “saquearon y mataron a miembros de la comunidad musulmana para tomar el control de las zonas ricas en diamantes del Oeste de Centroáfrica”.