La construcción del centro de congresos y exposiciones de San Martín demandó cuatro años de trabajos y casi 50 millones de pesos.
Su primera actividad oficial fue en junio de 2014, con el almuerzo del Centro de Bodegueros y, desde entonces, el lugar ha mantenido una variada agenda social y cultural con un denominador común: ninguno de esos eventos pagó por el uso de las instalaciones y, en cada ocasión, la comuna lo prestó de forma gratuita.
Esa política de no cobro por el uso del centro de congresos Francisco, está a punto de cambiar, ya que el municipio decidió armar una tarifa para el alquiler de sus diferentes espacios, dinero que servirá para cubrir parte de los costos que demanda el mantenimiento del edificio, una cifra que ronda los 80.000 pesos mensuales.
El centro Francisco tiene una sala de congresos para 500 personas y, enfrentado, un auditorio para otros 400 asistentes; además, hay galerías de exposiciones, un hall central y afuera, junto a ese edificio principal, se levanta a pocos metros el Templo del Vino, un auditorio con capacidad para 180 personas que ha servido de sede para degustaciones, catas y conciertos.
“El 2015 sirvió para darlo a conocer, para que los vecinos de San Martín lo recorrieran y lo disfrutaran; para que supieran la gran obra que se hizo”, dice el intendente Jorge Giménez y, por eso, el edificio sirvió para las más diversas actividades, desde los actos de colación de la mayoría de las escuelas del departamento a conciertos, exposiciones y congresos nacionales.
“El año pasado estuvo ocupado durante todos los fines de semana”, asegura Rita Morcos, a cargo de la administración del lugar y del personal que lo atiende: tres administrativas y cuatro ordenanzas.
“El tiempo para que la gente lo conozca ha durado más de un año. Se hicieron eventos de todo tipo y se prestó el lugar para las actividades más diferentes, incluso aquellas que convocaban sólo a un puñado de personas. Ahora es momento de comenzar a cobrar por su uso, como ocurre con espacios similares en el resto de la provincia”, dicen desde el área de Hacienda, que acaban de armar un proyecto de ordenanza que en los próximos días ingresará al Concejo Deliberante, con la idea de aprobar una tarifaria.
El principal motivo por el que el Ejecutivo decidió cobrar por el centro de congresos es que, al ser un edificio municipal, se nutre sólo de recursos de la comuna y, mensualmente, los gastos rondan los $ 80.000. “Sólo en electricidad es de unos $ 20.000 mensuales”, dice Walter Carini, secretario de Hacienda.
El proyecto de ordenanza tiene el visto bueno del intendente, Jorge Giménez, y establece tarifas intermedias entre lo que cobra el auditorio Ángel Bustelo y la sala de congresos de San Rafael. Así el monto para el alquiler del auditorio rondaría los $ 10.000 y de $ 7.000 para la sala de congresos. También hay valores para las galerías, el hall y, además, para el Templo del Vino que tendría un costo de $ 6.000 y de $ 3.000 para la cava. Además, cada uno de estos espacios se podrá alquilar por media jornada, en cuyo caso, el valor será de un 65% del total.
Este proyecto debe ser analizado y aprobado por el Concejo Deliberante pero, salvo alguna modificación menor, el intendente espera que la ordenanza se apruebe en el corto plazo, con la idea de que la tarifaria del centro de congresos comience a regir en el segundo semestre. Finalmente y para ahorrar costos, la comuna estudia abrir el edificio sólo para los eventos: “Hoy está abierto todo el día, incluso cuando no hay ninguna actividad y sólo está el personal administrativo, y eso implica un gasto que no tiene sentido, que puede ahorrarse”.