Rosario Central fue más ambicioso que Newell’s Old Boys en el “Gigante de Arroyito”, pero no supo encontrarle la vuelta al partido y debió conformarse con igualar 0-0 con su clásico rival. El elenco de Eduardo Coudet manejó la pelota pero no supo cómo quebrar la defensa rojinegra y dejó pasar una buena oportunidad para arrimarse a la cima del certamen.
Generó la situación más clara del partido, eso sí, pero esta vez Marco Ruben, el goleador del certamen, no estuvo fino a la hora de la definición y no pudo dar la victoria a su equipo.
Newell’s dejó una imagen demasiado tibia. Vino a defender el cero en su valla y a tratar de sacar provecho de algún contragolpe. La primera premisa la pudo cumplir, pero casi no generó riesgo en las pocas réplicas que pudo hilvanar.
El clásico transcurrió con más pena que gloria, sin festejos por parte de la gente local, más allá de que el elenco auriazul sumó su octavo "derby" consecutivo sin caídas. A los del Parque Independencia les quedó el consuelo de haber cortado una racha de cuatro derrotas seguidas.
Al igual que la mayoría de los clásicos rosarinos, el primer tiempo fue trabado y disputado. Hubo poca claridad en el medio y las llegadas de riesgo escasearon y llegaron tras errores del rival.
La acción más clara tuvo como protagonista al local. Un pelotazo largo de Javier Pinola no pudo ser recepcionado por la defensa rojinegra y le quedó servido a Marco Ruben quien, desde el punto del penal, remató por arriba del arquero pero también por encima del travesaño.
En el segundo tiempo el dominio de Central fue más intenso, pero siguió anémico de gol. Esta vez Ruben no fue el de siempre, como lo demostró a los 24’ cuando tomó un balón dentro del área y desvió su remate desde excelente posición.
Newell’s había llegado diez minutos antes con un disparo de Lucas Boyé, que rechazó Caranta en una de sus pocas intervenciones en el partido.
Central insistió hasta el final, pero no pudo con una defensa bien parada y esta vez no pudo festejar. Newell's se llevó un punto que no le sirve de mucho, pero al menos le permite esperar con un poco más de tranquilidad la última parte del torneo en la que no tiene demasiado por pelear.