Censo Nacional 2010: luces y sombras

Hace unos días, en un acto altamente politizado, en el que no se permitió la acreditación de periodistas de Clarín y La Nación, el Indec presentó los datos definitivos del Censo Nacional de Población y Viviendas levantado en octubre de 2010. El análisis d

Censo Nacional 2010: luces y sombras

El crecimiento de la población ha sido del 10,4% en comparación con el censo anterior de 2001, alcanzando en cifras redondas los 40 millones de habitantes y se ha duplicado en el último medio siglo. Siguió el proceso de concentración de la población en la Capital y el Gran Buenos Aires; en realidad, en la provincia, ya que la Capital ha disminuido levemente la población.

En síntesis un tercio del total de la población del país vive en esa área reducida del territorio nacional. Otra característica importante es que se acentúa el denominado envejecimiento de la población, ya que la proporción de personas de 65 años y más se ensancha considerablemente.

En materia de viviendas y hogares es necesario tener en cuenta el concepto de hogar utilizado por el Censo. Distingue tres categorías: unipersonales, sólo cuenta con un jefe, puede tener o no servicio doméstico; multipersonales familiares, caracterizados porque las personas que lo componen están vinculadas por relaciones de parentesco, y multipersonales no formales, dos personas o más sin relación de parentesco.

El Censo relevó una cantidad de 12.171.000 hogares, de los cuales un 70% es propietario de la vivienda y el terreno o de la vivienda pero no del terreno. Lo importante es advertir que si bien ese porcentaje se ha reducido levemente respecto al Censo anterior, sigue siendo una proporción respetable la de hogares con vivienda propia.

Un dato llamativo es el aumento de los hogares que alquilan la vivienda: pasó del 11% al 16 %, casi 2 millones de hogares alquilan formalmente. Este dato permite diversas interpretaciones, desde aquella que lo explica por la imposibilidad de acceso a la vivienda propia, a quienes sostienen que es el resultado de un crecimiento importante de la cantidad de viviendas en alquiler facilitando el acceso a la mismas. Según la conclusión del Indec, la suma de propietarios e inquilinos hace que el 85% de los hogares se encuentre en situación de “estabilidad residencial”.

También el Censo distingue las categorías de viviendas en aptas, que no tienen problemas físicos y representan el 82% del total; viviendas recuperables (se pueden convertir en aptas), un 14%; el resto son irrecuperables (ranchos, casillas, etc.). En este rubro también hubo mejoras entre ambos censos. Este dato se correlaciona con la antigüedad de las viviendas, que resulta muy positivo. Una de cada cuatro viviendas habitadas tienen 10 años o menos de antigüedad y más de la mitad, menos de 50 años de antigüedad.

Hay tres indicadores de las viviendas que hacen a la calidad de vida de la población: agua potable, cloacas y gas por red. En el primer caso para el promedio del país la disposición por cañerías es del 80%, casi sin mejora en la década. Mendoza se ubica en el 90%, pero hay ya varias provincias que la superan. En disponibilidad de red de cloacas es donde la situación del país, en promedio, es muy grave y con enorme dispersión entre las provincias. En promedio, menos del 50% de las viviendas cuenta con ese servicio y Mendoza tiene una cobertura de poco más del 60%. En cuanto a la provisión de gas por red ocurre lo mismo, bajo promedio nacional poco más de 50% y Mendoza mejor ubicada que el promedio nacional.

Finalmente, cuando se agrupan los datos de los hogares con algún problema de vivienda, incluido el hacinamiento, el número es muy alto, casi 3.400.000, lo que arroja que alrededor de 10 millones de habitantes tienen problemas de vivienda.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA