Cementista se consagró campeón del Torneo Apertura de Primera, al derrotar a Andes Talleres 5-3, en un estadio Bonanno que lució repleto por hinchas de la suela caramelo.
Un primer tiempo muy parejo. Arrancó mucho mejor el equipo de Omar Lucero. Presión alta constante para complicar a Talleres en su salida. Sin embargo, el Matador se las ingenió para llevar peligro al arco del Poli. Y la primera la tuvo López Martínez, pase en paralelo por izquierda, recepción, media vuelta y Paolo Olivera la sacó de manera formidable al lateral. De ese lateral, llegó la apertura del marcador. Cementista presionó, recuperó y metió una contra de laboratorio. Se escapó sólo Gustavo Álvarez y cuando le salió a achicar Fede Pérez, la pinchó al ángulo. Golazo. A partir de ese momento, el Poli retrocedió unos metros y le cedió el protagonismo a Talleres.
Con el ingreso de Fernández y Aveiro, el Matador tuvo el dominio del balón en forma absoluta, pero cada vez que llegaba al área del Poli, respondía Olivera. Cementista tuvo también sus situaciones, pero la pelota no quiso entrar. Sobre el final, un recupero magnífico de Martínez, permitió el empate Azulgrana. Movió rápido el balón entre Fernández, Civelli y Aveiro, quién jugó el uno contra uno ante Grasso y definió cruzado. Golazo y 1-1 al entretiempo.
El inicio del complemento fue una radiografìa de los primeros minutos del partido. Cementista recuperó su intensidad defensiva, presionó bien arriba y lo molestó a un Tallleres que sintió mucho el descanso de su mejor hombre: Aveiro. La paridad se rompió tras un contragolpe fulminante del Poli, que nació en una falta clara sobre Pacheco no sancionada por los jueces, y así llegaron tres hombres de Cementisa al área, remate, contuvo Pérez, rebote, pase y Álvarez la empujo debajo de los tres palos. Talleres sintió el golpe. No reaccionó. Pero tuvo un tiro libre y Martínez rompió el travesaño. Acción inmediata, Grasso habilitó a Díaz y definió ante la salida de Pérez: 3-1. Pero segundos después descontó Fernández. Partidazo. Parecía que Talleres lo empataba, pero otra contra mortal del elenco de Omar Lucero, terminó en una soberbia definición de Grasso: 4-2. Ventaja de dos goles e historia liquidad. ¡Cementista campeón!