Es uno de los padres de la criatura. Un entrenador que sufrió mucho cuando su equipo se quedó sin la posibilidad de alcanzar la final de la Liga de Honor 2017, por lo que tuvo que conformarse con un tercer puesto que también tuvo su premio con el pasaporte al Sudamericano del próximo año. Hablamos de Omar Lucero, quien se mostró muy emocionado una vez que la chicharra del Salvador Bonanno de Andes Talleres decretó la finalización de la final entre Cementista y Mendoza de Regatas.
“Tengo un pasado en el club y sé lo que significa jugar con esta camiseta”, fueron las primeras palabras del ‘Leche’, un hombre identificado al máximo con los colores de la institución y que sabe valorar el trabajo que realizó un grupo de jugadores genuinos y que se prometieron no bajar los brazos y seguir durante la campaña próxima, intentando lograr los objetivos que tendrá el club. Es que además del campeonato subcontinental, también el Poli deberá defender su corona en el ámbito doméstico y afrontar una nueva participación en la Liga de Honor.
“Estoy muy contento. Trabajamos mucho para llegar a este objetivo y nos merecíamos esta alegría. Este título es para toda la familia de Cementista, porque todos trabajamos para tener esta satisfacción”, prosiguió Lucero. “Estamos en crecimiento a nivel institucional y nos queda mucho camino por recorrer. Esto que logramos hoy (por ayer) también nos servirá como envión para no bajar los brazos”.
Consultado sobre donde su equipo hizo el click para terminar caminando la competencia, ‘Leche’, nos comentó: “Me parece que en la serie contra Jockey nos marcó para poder estar festejando en este momento. Fueron dos partidos realmente muy complicados, una semifinal ante el último tetracampeón de Mendoza y los chicos estuvieron a la altura de las circunstancias. Esos partidos nos marcaron a futuro y en la serie contra Regatas demostramos que aquello no fue producto de la casualidad”.
“Había sido campeón con esta camiseta en el ‘95 y se como se siente en el club. Esta vuelta olímpica tiene un valor sentimental tremendo. Encima los jugadores son todos del club y eso una de las claves para consagrarnos. Ganar con gente como esta tiene un valor agregado inexplicable”, cerró Omar Lucero.
Un gran marco acorde a un día de finales
Como en las viejas buenas épocas, el Salvador Bonanno de Talleres lució repleto. Y no era para menos. Había tres títulos en juego y no solamente los seguidores de esos equipos se acercaron a alentar, sino también personalidades del Futsal en general. Los entendidos hablaron de más de 1.500 personas que le pusieron color y calor a una jornada que además del plato Cementista-Regatas, tuvo la final entre Maipú y Palmira, y la del Femenino “B” entre la Universidad Maza y el Gimnasio N°1 (al cierre de esta edición).
Muchas caras conocidas. Armando Corvalán (DT de Mendoza), Darío Brusadín (Jefe de Árbitros), a Estefanía Banini y a Diego Ferro, ex Cementista y Regatas, entre otro, fueron algunas de las figuras que dijeron presente en el estadio de Andes Talleres.
Hicieron historia. Más allá de que el festejo en el Femenino fue para la Muni maipucina, es valorable el trabajo de Palmira, que dejó sin final al pentacampeón Cementista. Ambos fueron las mejores y cortaron una racha de tres finales consecutivas entre el Poli y Pacífico.
Premios para las damas. Tamara Falcioni, de General San Martín, se quedó con el galardón a la valla menos vencida, mientras Verónica Cabrera le dio otra alegría a la Municipalidad de Maipú ya que fue premiada como goleadora del certamen con un acumulado de 29 conversiones.