En la última década, al menos 2 mil mendocinos fueron diagnosticados con la enfermedad y, gracias a ello, han podido mejorar su calidad de vida quitando de su dieta al gluten (proteína) contenido en el trigo, la avena, la cebada y el centeno.
Y desde que comenzaron a detectarse los primeros casos de celiaquía en la provincia, hay más concientización en la población y la comunidad médica para atender a sus síntomas y poder así iniciar el tratamiento adecuado.
Sólo tomando en cuenta los datos del Programa “Vivir como Celíaco” que desde 2005 impulsa la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP) -la de mayor cobertura en la provincia- en la actualidad se suman entre 250 y 300 nuevos pacientes cada año y unos 30 por mes.
Hoy, en el Día Internacional del Celíaco, la provincia hará hincapié, una vez más, en la importancia de la detección precoz a través de diferentes actividades. Incluso, desde los consultorios particulares, centros de salud y hospitales públicos los pedidos de análisis para corroborar la existencia o no de la patología son hoy casi una regla indiscutida al momento de abordar la salud general de los pacientes.
De hecho, la realización de campañas y la difusión de información relativa a sus síntomas ha llevado a que las sospechas de vivir con celiaquía comiencen desde éstos mismos.
Oscar Daffra, gastroenterólogo y coordinador del programa dedicado al abordaje de la enfermedad, explicó que una persona puede ser celíaca presentando síntomas digestivos o no. Ocurre que entre las señales más frecuentes pueden presentarse diarrea, estreñimiento o vómitos, pero también irritabilidad, cambios del comportamiento (apatía, depresión), disminución del apetito, pérdida de peso, anemia, osteoporosis o fracturas, entre otras.
En el país, una de cada cien personas es celíaca. Se trata de una afección hereditaria y autoinmunitaria que debilita la capacidad del intestino para absorber los nutrientes en forma adecuada. Esto puede provocar malestares intestinales, retraso en el crecimiento durante la infancia, el desarrollo y la pubertad, además de talla baja. En la adultez pueden aparecer otras patologías autoinmunes asociadas, entre ellas tiroiditis, lupus y artritis reumatoidea, por mencionar algunas.
El diagnóstico se realiza a través de un análisis de sangre y luego se confirma con una biopsia en la que se determina la pérdida de vellosidades en el intestino delgado del paciente. Sin embargo, aclara el especialista, existen otras dos patologías asociadas al consumo de gluten y cuyos resultados de laboratorio son negativos. Éstas son la sensibilidad al gluten y la alergia al gluten; una de sus señales de esta última son las complicaciones a nivel de la piel, con ronchas rojas y picazón.
El tratamiento para estas tres afecciones, consiste en cumplir una dieta libre de gluten en forma permanente, detalla Daffra y considera que el crecimiento de los casos está asociado justamente a su detección. Se estima que al menos 30% de la población en general tiene los genes específicos de esta intolerancia al gluten.
Sin embargo, el especialista destaca que existen factores medio ambientales que agudizan el desarrollo de la patología. “El medio ambiente está alterado, mientras que el riesgo de consumir alimentos transgénicos o tratados con herbicidas existe”, alerta Daffra y agrega que en el caso particular del trigo se ha producido una alteración genética para volver a la planta más resistente (e incrementar la producción) “que podría volvernos más susceptibles al gluten”.
El sorgo, una posible salida
En 2011 Argentina tuvo un avance significativo en relación a la enfermedad, luego de la aprobación de la Ley N° 26.588, que en líneas generales establece tanto la atención médica a los pacientes como así también la investigación clínica y epidemiológica. Sin embargo, aún persiste una deuda pendiente para quienes viven con celiaquía debido a que los productos libres de gluten continúan siendo hasta tres veces más caros que los disponibles en el mercado para quienes no presentan la afección.
Por eso, con el objetivo de ampliar las posibilidades de consumo para celíacos, un grupo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) trabaja en un proyecto de investigación -que se encuentra en su fase experimental- con el que buscan producir cerveza y harina adecuadas a la dieta y de sabor agradable.
El cultivo sobre el cual estudian los expertos es el sorgo colorado, un cereal ampliamente cultivado en el noroeste argentino. Según informó ayer el organismo a través de un artículo publicado en su página web, este cultivo podría presentarse como una alternativa a las harinas producidas con maíz y arroz.
Actividades
Hoy. De 9 a 13 continuarán instalados los stands con alimentos aptos para personas con celiaquía en la entrada del DAMSU. Entre las 14 y las 19, se realizará una mateada libre de gluten en el Espacio Cultural Julio Le Parc. La actividad está organizada por el Programa Provincial de Detección y Control de la Enfermedad Celíaca y la Asociación de Asistencia al Celíaco de Argentina.
Sábado. Desde las 10, en el Centro de Congresos y Exposiciones, se realizará la 4ta. Expo Celíacos con la participación de productores locales.