Una mujer trans contrajo matrimonio este fin de semana en una ceremonia religiosa que se realizó en una parroquia de la capital provincial, la primera de este tipo en Sudamérica, tras celebrarse en un acto en el Registro Civil de Santiago del Estero.
La pareja, que convive desde hace más de 29 años y decidió concretar su unión matrimonial, está conformada por Luisa Lucía Paz, principal referente de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina, y por José Leonardo Coria.
La ceremonia religiosa se realizó en la parroquia Espíritu Santiago, ubicada en el popular barrio Ejército Argentino, en el acceso sur a la capital santiagueña.
La pareja recibió la bendición del cura párroco Sergio Lamberti, en un templo que se vio colmado de personas. Sin embargo, poco después, desde el Obispado de Santiago del Estero difundieron un comunicado: que pone en duda la validez de la unión
"...Únicamente se entiende por matrimonio el acto de la voluntad, por el cual el varón y la mujer, naturalmente concebidos como tales desde el seno materno, se entregan y aceptan mutuamente en alianza irrevocable por la que constituyen entre sí un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los hijos".
Tras la bendición religiosa, la pareja participó de una fiesta a la que asistieron alrededor de 200 invitados, en un amplio salón ubicado en el barrio Primera Junta de la capital provincial.
"Habiendo luchado tanto por la ley de matrimonio igualitario y la de identidad de género, esta decisión pasó a ser un homenaje a esta resolución y por eso decidimos casarnos, ya que sabemos que vamos a estar siempre unidos", dijo Luisa Paz poco antes de ingresar al templo religioso.
Acompañada por familiares y amigos, la dirigente trans dijo que "este casamiento es una manera de confirmar un amor y acompañamiento incondicionales".
Consultados sobre la posibilidad de adoptar un hijo en el futuro, fueron coincidentes en indicar que "sigue intacto el sueño de adoptar, aunque no es una cuestión de satisfacer necesidades propias de ser padres, sino que hay que estar preparado para darle todo a una persona".
"Cuando empezamos a militar la ley de matrimonio igualitario, nunca lo trasladé a lo personal, y cuando salio, mucha gente me preguntó si iba a ser la primera en casarme, sabiendo que estaba en pareja y dije que no, porque en lo íntimo no habíamos hablado sobre este tema. Entonces no me parecía importante hacerlo en ese momento", recordó.
En diálogo con periodistas, la mujer trans consideró que el matrimonio contraído "era casi una obligación" después de tantos años de "convivencia, lucha y de tanto poner la cara y el cuerpo a situaciones que tienen que ver con la aprobación de la ley, tanto la de matrimonio como la de identidad de género".
"Esta es la Argentina que quiero vivir, con derechos humanos plenos y con la posibilidad de casarme con quien quiero, de ser la que quiero ser y que eso sea reflejado en mi documento, con beneficios de todos los derechos", concluyó.