Ante la mirada de miles de personas que circulan por la esquina de San Martín y Rondeau, el Sindicato Unido de Celadores Educacionales no Docentes (Sucend) cumple hoy su jornada número 25 en una carpa montada en la puerta de la Subsecretaría de Trabajo. En el lugar han extendido una bandera gigante que tapa parte del frente y han colgado carteles que exiben el detalle de lo que cobran.
"Somos el sueldo más bajo de la administración pública. Un celador está cobrando un básico de 1.114 pesos que, sumado a los haberes de 6 horas de trabajo y sin la asignación familiar (de $ 220 por hijo), está en los 3.100 de bolsillo", reclamó Osvaldo Vilches, secretario gremial. En este sentido, lo que exigen es elevarlo a 4.800 pesos, lo que significaría una suba cercana al 50%.
La protesta que se desarrolla incesantemente durante día y noche, incluso durante las intensas lluvias pasadas, promete continuar con la carpa instalada hasta el 5 de marzo, día en el que realizarán una manifestación con todos los celadores nucleados en Sucend (en total son 1.500 de 10 mil trabajadores, según indicaron).
Este tema abre un segundo aspecto dentro de la manifestación que realizan. El Sucend existe hace 10 años como sindicato de primer grado y está tramitando su personería jurídica. Para eso, reconocen que el número de afiliados debe superar los 3 mil, algo que terminaría de restar peso a la representación que hoy tiene el SUTE del personal no docente.
De fondo, ambos sindicatos tienen sus diferencias a la hora de sentarse a negociar las condiciones de trabajo de los maestranzas. Hasta es más, las disconformidades tuvieron un episodio de violencia el miércoles cuando las dos partes se encontraron durante las paritarias.
""Lo que se negoció el miércoles para los celadores es insuficiente. Con ese aumento escalonado (25 por ciento a dar en 3 cuotas, la última en noviembre) seguimos bajo la línea de pobreza. No deben olvidar que nosotros también cumplimos con un rol muy importante en las escuelas", señaló Miguel Sosa, secretario general.
Fuera de lo salarial, otro punto del reclamo es el pedido de indumentaria para trabajar y mejores condiciones de trabajo, sobre todo para los serenos. "Son blanco de constantes actos de vandalismo y ni siquiera tienen un celular para llamar al 911. En algunas escuelas les cierran las oficinas y los dejan afuera, con todo lo que implica", apuntó Vilches y agregó que en algunos establecimientos los obligan a realizar tareas que no corresponden, como por ejemplo pintar.
Frente al pedido, en el Sucend indicaron que han elevado cartas sin respuestas al ministro de Trabajo, Rodolfo Lafalla, y a la directora General de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer. Desde la Subsecretaría de Trabajo dijeron en este sentido que "al no tener personería jurídica ni representación", no pueden hacer nada sobre lo pedido.