Cecilia Canaro en la gerente general de Grupo catalán Freixenet. La empresa familiar cuenta con 18 bodegas en 7 países de 3 continentes, tiene una pata local que desarrolla vinos espumantes y tranquilos en el Valle de Uco.
Canaro estima que 2015 será un año complejo y que la inflación y la pérdida de competitividad jugarán un rol especial en el mercado interno de vinos.
-¿Cómo analiza el mercado de espumantes en Argentina?
-Lo veo con una tendencia positiva. Es uno de los pocos productos que está creciendo. De alguna manera también ha ido cambiando la forma de consumo, en general del mercado de vinos, y eso es lo que ha hecho que crezca el espumante.
-Como empresa europea, ¿cuáles son las diferencias que han enfrentado en Argentina en el diseño del producto?
-Básicamente, partimos de las raíces. Hablamos de suelos diferentes, de uvas diferentes, con lo cual el producto final es muy distinto a lo que podríamos encontrar en Europa. En el caso de lo que producimos allí, es denominación de origen Cava, con lo cual utilizamos el método tradicional y en Argentina utilizamos método Charmat.
Y para nuestros espumantes en Argentina utilizamos pinot noir, mientras que en España utilizamos las uvas típicas catalanas. De todas maneras, lo que tienen en común los productos es que nuestro enólogo que esta en Mendoza es español y ha trabajado muchos años aquí y en España en grupo Freixenet con lo cual tiene tanto la metodología y la noción de qué tipo de producto terminado queremos conseguir y la relación calidad / precio que necesitamos.
-Argentina en espumantes siempre ha tenido una tradición de empresas francesas en el mercado, ¿les ha costado generar el espacio para el grupo?
-No tanto, la marca Freixenet está hace más de 20 años en Argentina, y nosotros desde la bodega comunicamos mucho más de lo que es Mendoza y Tupungato, que es donde elaboramos los productos, que la tradición española.
Además el consumidor de vinos espumantes es muy evolucionado y está acostumbrado a que no sólo los espumantes son de origen francés sino también a que puede ser español, chileno o norteamericano. Esto nos muestra que no es un consumidor incipiente, sino que incluso ha podido conocer vinos de todo el mundo.
-¿Se ha podido desestacionalizar el consumo de espumantes?
- Sigue marcado el consumo. Podríamos decir que tiene una venta marcada pero ha crecido muchísimo el consumo fuera de lo que podríamos denominar la estación de las Fiestas, ha sido muy grande el cambio. Antes prácticamente, uno podía decir que el 80% del consumo se daba en el último bimestre del año y muy ocasionalmente para un casamiento o un bautismo o algo por el estilo.
La verdad es que hoy el espumante se ha transformado en un producto que está presente en todos los bares. No solo últimamente con la moda de los tragos sino que el consumo es mucho más habitual. Es muy común que haya consumo de espumante en un restaurante, todo esto ha permitido que las ventas continúen durante todo el año, a pesar de que obviamente, el último trimestre sigue siendo el de más consumo.
-¿Hay innovación del sector de espumantes de Argentina?
-Yo creo que hay bastante innovación. Es un mercado que se mueve mucho y se producen bastantes lanzamientos por año. Es innovador en términos de que busca abrir diferentes caminos para el consumo de las uvas. Si nos referimos al uso de las uvas, eso está más de acuerdo con el perfil que uno le quiera dar al producto.
La combinación pinot noir - chardonnay se reserva un poco para cuando uno le quiere darle al consumidor un producto más clásico, pero también hay bastante innovación con otro tipo de uvas y hemos visto en el mercado espumosos con base de vinos tintos, con lo cual creo que dentro de todo se innova.
-¿Cómo viene el mercado de vinos tranquilos?
-Nosotros tenemos tres líneas de vinos tranquilos con una línea de varietales, luego una franja premium con dos varietales tintos, y el año pasado a mediados de años lanzamos el vino ícono que es un blend. Hay una retracción en el mercado y ha caído un poco el consumo, nosotros lo vemos principalmente por nuestros productos, esto se da en los vinos tranquilos, no en los espumosos.
Ahora en este tipo de retracciones debido a la crisis lo que prevalece para el consumidor es la relación precio - calidad. En épocas de retracción del consumo, la gente mide más sus gastos, elige detalladamente y busca un producto que le brinde relación precio - calidad y ahí está nuestra gran ventaja
-¿Qué perspectivas tiene para 2015?
-Nosotros tenemos planteado un presupuesto de ventas, medianamente estable con relación al año anterior, por que en 2014 tuvimos un crecimiento importante.
Este año prevemos un presupuesto de sostén en el mercado argentino. Sin embargo, estamos creciendo mucho en el mercado de exportación y la tendencia nos marca que vamos a seguir creciendo. De alguna manera, vemos que la exportación va aumentar pero el mercado interno va estar medianamente igual que el año anterior.
-¿Cuánto considera que va a influir el alza en los costos en el cierre del año?
-Me preocupa el alza de los costos. Nosotros estamos viendo que los precios de los insumos se actualizan prácticamente mensualmente en menor o mayor medida, mientras que a nivel comercial uno no puede seguir el ritmo de actualizaciones.
Ni qué hablar cuando uno se refiere a la exportación, donde los precios nos se pueden ir cambiando tan rápido, con lo cual se genera una pérdida de rentabilidad importante para la empresa. Es muy difícil planificar y proyectar y esto de alguna manera afecta a la industria.