Un grupo de profesionales mendocinos ha trabajado durante tres años en una tecnología que, según aseguran, permite anticipar un sismo hasta 50 segundos. Consiste
que, al tenerla abierta, emite una alarma ante la inminencia del movimiento telúrico.
El sitio -de uso libre y gratuito- aclara que con sólo mantenerlo minimizado es suficiente para que funcione.
Este alerta “antitemblores” también tendrá su aplicación para teléfonos celulares, en la cual se trabaja actualmente.
Se trata de un proyecto incipiente pero con grandes aspiraciones ideado por Marcos Trentacoste, programador; Eduardo Vega, ingeniero civil. Junto a ellos trabajan Fabián Vallejo y Romina Arena en el desarrollo y pruebas.
Los “cazasismos” explicaron que el uso de la página por los usuarios les permitirá testear los resultados de su proyecto para luego ampliarlo a otros ámbitos, como escuelas, hospitales, oficinas públicas o empresas, donde haya mucha concurrencia de gente.
“Toma entre uno y dos segundos desde que se produce el movimiento hasta que suena la alarma”, detalla Trentacoste, que considera que esos minutos posteriores pueden aprovecharse para prevenir accidentes. Para ello, han contemplado una especie de interruptor a través del cual en ese momento y de manera automática se cortará el suministro del gas, la corriente eléctrica o algún aparato en particular según lo determine la empresa u organismo.
“Pudimos detectar el sismo del 11 de noviembre 7 segundos antes -dice Marcos-. En los últimos hemos tenido una efectividad de 100% y los hemos esperado en la vereda”.
Cuando se produce un sismo se registran dos tipos de ondas: las primarias y las secundarias. Las primeras viajan más rápido y son casi imperceptibles para el ser humano, pero las perciben los sensores. Detrás vienen las secundarias, que son más destructivas pero más lentas. Ése es el momento que ellos piensan aprovechar. De todas formas, Vega aclara que “si el epicentro está muy cerca no se tiene tiempo”.
Por el momento han instalado dos sensores pero piensan que se deberían colocar varios más cada 100 ó 150 km, de manera tal de generar una red entre los datos que estos arrojen y el resto del sistema.
Sismólogos cautelosos
Graciela Maldonado, directora del Centro Regional de Desarrollos Tecnológicos para la Construcción, Sismología e Ingeniería Sísmica (CeReDeTeC) de la UTN Mendoza, descree de la efectividad de este sistema on line. Para la experta a cargo la Estación Sismológica de la provincia, no existe aún un sistema de alerta temprana de sismos (sí de tsunamis). “Menos en Argentina -completa-, porque no hay instrumental sísmico suficiente para estudiarlo”.
La ingeniera explica que predecir temblores en Mendoza es difícil porque “tenemos las fallas muy cercanas, son movimientos muy cortos y muy impulsivos”. No ocurre lo mismo en México, donde las fallas están a 400 metros y dan un margen de tiempo desde que se origina el movimiento.
De todas formas, aclaró que esta falta de previsibilidad se da en todas partes del mundo, aunque en China hay avances importantes. Allí asocian el comportamiento de animales con la sismisidad, ya que tienen una mejor capacidad auditiva y detectan los sonidos, “pero es muy difícil que puedan alertar al hombre.
Es el caso del perro, de quien quizás pueda notarse una cierta inquietud antes del sismo pero para las personas sería difícil descifrar su comportamiento y además no ocurriría mucho tiempo antes”, analiza Maldonado.
Los chinos también han considerado el vínculo entre los temblores y la liberación de gas radón. “Pudieron disminuir la cantidad de muertos porque anticiparon uno en la década del ‘70”, recordó la experta, quien resalta que es importante no alarmar a la gente.
Justamente, el sistema ideado por los mendocinos no puede determinar la magnitud del movimiento, salvo en aquellos que sean muy violentos. Por eso, éste es uno de los aspectos que contemplan resolver de manera tal de no generar alarmas innecesarias.