Detuvieron a una mujer por el presunto encubrimiento del femicidio de Magdalena Beatriz Peralta (36), hallada asesinada de 21 puñaladas, con una bolsa en la cabeza y envuelta en sábanas y frazadas, en Isidro Casanova, en el partido bonaerense de La Matanza.
La sospechosa, de unos 27 años, quedó imputada de "encubrimiento agravado" en el crimen de Peralta a partir de una serie de "incongruencias" en su declaración sobre los momentos previos a la desaparición de la víctima.
Fuentes judiciales informaron que la acusada ejercía la prostitución en la vía pública junto a Peralta y declaró como testigo ante el fiscal de la causa, Claudio Fornaro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza.
Sin embargo, al evacuar citas con otros testigos, el fiscal consideró que la joven intentaba desviar la investigación, por lo que esta tarde dispuso su aprehensión, dijeron los voceros.
En tanto, los peritos analizaban por estas horas las imágenes de las cámaras de seguridad de una estación de servicio que solían frecuentar Peralta y la ahora acusada en procura de identificar el posible vehículo en el que la víctima abandonó ese lugar la última vez que fue vista con vida.
Hasta el momento, a través de otras cámaras, los peritos determinaron que el cadáver de la mujer fue arrojado a las 5.14 desde un auto blanco con vidrios polarizados, Chevrolet Corsa o Fiat Siena, pero no pudieron identificar la patente del mismo, detallaron los voceros.
Según pudieron establecer los pesquisas, la víctima también solía movilizarse en Uber para ir y volver de su domicilio, por lo que seguían esa pista para tratar de identificar el vehículo buscado.
El cuerpo de Peralta fue encontrado la madrugada del lunes por unos transeúntes que pasaron por la esquina de Torquinst y José Hernández, en la localidad de Isidro Casanova, y llamaron al 911.
Los efectivos de la comisaría 2ª Este de Altos de Laferrere que concurrieron al lugar constataron que, en plena calle y junto al cordón de la vereda, había un bulto empaquetado con frazadas y una sábana roja desteñida, del que sobresalía un pie.
Luego, los peritos de la Policía Científica determinaron que se trataba del cadáver de una mujer, que en un primer momento no pudo ser identificada.
La autopsia reveló que la víctima presentaba 21 puñaladas que le provocaron lesiones vitales, ocho de las cuales fueron en el hombro, siete en la cabeza, cinco en el cuello y una en el antebrazo.
Asimismo, la data de muerte fue estimada entre 12 y 24 horas antes del hallazgo y el cadáver no presentaba signos de defensa ni de abuso sexual, mientras que la bolsa en la cabeza fue colocada post mortem.
En tanto, en el cuerpo se encontraron rastros de arena, tierra y pelos de animales, por lo que se presume que fue arrastrada en otro lugar y que la escena de hallazgo es secundaria.
El mismo lunes por la noche un hombre se presentó ante los investigadores y reconoció el cuerpo como el de Peralta a través de fotografías de los tatuajes que tenía la víctima.
Esa persona, de ocupación changarín, dijo ser el ex marido de la mujer, con quien tenía dos hijos, y contó que la vio por última vez el domingo, cuando discutieron.
El hombre también señaló que Peralta era adicta a las drogas, se prostituía en la vía pública y alquilaba una habitación con otras mujeres.
De acuerdo con sus dichos en sede policial, ambos se encontraban separados desde hacía tres o cuatro años y él se enteró por Facebook que había aparecido un cuerpo de mujer en Isidro Casanova, por lo que se dirigió a la comisaria San Alberto para establecer si podía tratarse de su ex pareja.