El cadáver de Nelson David Montenegro -alias "Caco"- fue encontrado amordazado, quemado y sin algunos de sus miembros la mañana del pasado 30 de mayo en el barrio San Martín de Ciudad. La captura de una joven de 28 años, acusada de haber participado del brutal homicidio, permitió conocer detalles de la investigación que tratan de explicar la saña.
Fuentes policiales informaron que Daiana Muñoz fue detenida en la mañana del jueves en Barriales, Junín. Estaba hospedada en casa de unos familiares para burlar a los sabuesos que la buscaban desde que su nombre fue vinculado al asesinato de Montenegro. La muchacha acumula antecedentes por robo agravado en poblado y en banda, robo simple, amenazas graves y lesiones.
Alrededor de las 7 del 30 de mayo pasado, el llamado de una mujer a la línea de emergencias 911 alertó a la Policía.
Un cuerpo yacía sobre calle Paramillo al 2.600, en el ingreso a la manzana 50 del monoblock Alto Mendoza, ubicado en esa barriada.
Cuando efectivos llegaron al lugar del hecho encontraron un cuerpo totalmente carbonizado y, a simple vista, los uniformados ni siquiera podían reconocer si se trataba de un hombre o una mujer.
Con el correr de las horas, y luego del trabajo de peritos de Policía Científica, trascendieron escabrosos detalles del hallazgo y se logró identificar a la víctima. Montenegro, un ex convicto, murió tras ser ahorcado y apuñalado. El cuerpo había sido envuelto en una frazada. A pesar de la acción del fuego, los especialistas pudieron constatar que su boca estaba amordazada.
Al cadáver le faltaba el brazo izquierdo por completo y le habían cortado el derecho a la altura del codo.
Mensaje mafioso
Según creen tener acreditado los pesquisas, a "Caco" Montenegro le cortaron los brazos para dejar un claro mensaje: se había quedado con cosas que no le pertenecían y miembros de su propia banda lo "ajusticiaron".
Daiana Muñoz es la tercera detenida en la causa. Camilo Páez y Ángel Farías ya habían caído a pocas horas del hecho. Según fuentes cercanas a la causa, todos formaban parte de una banda dedicada al narcomenudeo. Algunos de sus familiares se dedican hace años a la venta de estupefacientes en esa barriada de la Sexta Sección.
Pero Montenegro se había quedado con un dinero y con un arma de fuego, propiedad de la gavilla. Por eso le cortaron las manos y lo dejaron casi enfrente de donde vivía. "Le cortaron las manos por quedarse con lo que no era de él. Ese fue el mensaje que quisieron dar", confiaron investigadores.
También se supo que el cuerpo sin vida de la víctima fue rociado con nafta y luego prendido fuego. Los familiares de Montenegro aportaron datos que permitieron detener a los presuntos asesinos.