La Policía y la Justicia brasileñas desarticularon una banda que vendía ilegalmente entradas de cortesía para el Mundial-2014 gracias a supuestos contactos con la FIFA, e investiga si las federaciones de fútbol de Brasil, Argentina y España están involucradas. Once personas acusadas de integrar la banda fueron detenidas, entre ellas el supuesto líder del grupo, un argelino identificado como Mohamadou Lamine Fofana, investigado por la Justicia desde hace tres meses.
El hermano y agente del astro brasileño Ronaldinho Gaúcho, Roberto de Assis Moreira, será llamado a declarar en la causa, aunque de momento no está implicado, según la fiscalía. "El hermano de Ronaldinho dijo a algunos amigos que podían comprar entradas a través de este sistema”, declaró el fiscal Marcos Kac.
“Si vemos que él llega a tener alguna relación con el grupo, si vemos que de alguna forma él colaboraba, ahí sí estaría involucrado. Por ahora no lo está”, y no ha sido detenido, aclaró.
El diario O Día de Río de Janeiro reveló una conversación telefónica entre Lamine y el hermano de Ronaldinho, en la que este último le pregunta si recibió el llamado de unos amigos que buscaban entradas. De la conversación, sostenida el 17 de junio, se deduce que Lamine tenía altos contactos y que vendía, sobre todo, entradas VIP.
En el marco de esta operación de la Policía civil y la Justicia de Río contra la venta ilegal de entradas, también se determinó el cierre de tres agencias de turismo que estarían involucradas en la comercialización clandestina. “Era un grupo que facturaba mucho dinero en cada juego. Eran unas 1.000 entradas por partido, con un precio base de unos 1.000 euros cada una”, declaró Kac más temprano.
El fiscal precisó que se investiga en particular a las federaciones de fútbol de Brasil, Argentina y España. “Entre las entradas aprehendidas hay algunas que eran destinadas a esas federaciones”, explicó Kac. Los once detenidos están acusados de reventa, asociación ilícita y lavado de dinero.
Mendocino detenido por comprar en la reventa
La locura por conseguir un ticket para alentar a la Selección argentina no tiene límites. Miles de dólares se ponen en juego en la previa de cada presentación del equipo de Alejandro Sabella. Sucede que más de 100 mil argentinos han cruzado las fronteras y se calcula que unos 25 mil hinchas han conseguido tickets a través de la fifa.com, es decir de manera oficial.
Esta situación llevó a miles de hinchas de argentinos a conseguir sus tickets en la reventa. Tras el triunfo agónico en San Pablo ante Suiza, en los vestuarios del sambódromo, búnker de los hinchas argentinos, aparecieron carteles ofreciendo entradas para cuartos de final en Brasilia. Obviamente, a medida que llegaban los argentinos tras varias horas de festejos, empezaron con la búsqueda de entradas para el próximo encuentro. Valor mínimo: 1.000 dólares o 2.200 reales. Es decir, más de 10 mil pesos argentinos.
Una locura. Desde la Policía Federal de Brasil han realizado varios procedimientos con el objetivo de evitar la reventa de entradas.
En todas las sedes donde se presentó el elenco nacional muchos argentinos terminaron detenidos por la compra ilegal de cartones (así le llaman en Brasil). Roberto, mendocino de 50 años y oriundo de Las Heras, fue detenido cuando estaba comprando un ticket para el encuentro entre Argentina y Nigeria, en Porto Alegre.
“Me ofrecieron la entrada a 500 dólares, le oferté 400 y aceptó. Cuando le estaba entregando la plata, apareció una mujer policía vestida de civil, quien gritó 'policía' y de repente aparecieron dos grandotes, también vestidos de civil, que lo esposaron y se lo llevaron. La mujer me agarró a mí y también me llevaron a un campamento preparado ahí en el estadio. Pensé que me deportaban. Cuando ingresamos al lugar donde nos tuvieron retenidos, habían más de 100 personas. Tras cuatro horas, es decir, dos horas después de que había terminado el encuentro, nos dejaron ir. No me hicieron firmar nada, sólo que perdí el dinero invertido y me devolvieron mis documentos”, fueron las palabras del hombre lasherino con Los Andes Mundial, que pidió no publicar su apellido.
Idéntica situación le pasó a Daniel Bustos, ciudadano rosarino, que llegó a Brasil, el mismo día que Argentina debutó en el Maracaná. Daniel, fanático de Rosario Central y amante del automovilismo, compró una entrada en la reventa a 800 reales, es decir, unos 4 mil pesos argentinos. En el momento en que Daniel estaba entregando el dinero, apareció un policía de civil y lo detuvo junto al revendedor.
De inmediato, lo llevaron al subsuelo del Maracaná. “Eran unas oficinas administrativas gigantes, habían miles de brasileños y argentinos. También muchos europeos. Me sacaron las zapatillas, me revisaron de arriba abajo y tuve que pagar una multa de 1.500 reales. Una locura, me sacaron dos sueldos de un trabajador. Intenté explicar que en la Argentina la reventa es algo normal”.
Gustavo Villarroel, Enviado Especial a Brasil.