La Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo a 8 personas acusadas de "falsificación de documentos públicos". En un procedimiento que demandó 12 allanamientos se descubrió a una banda que se dedicaba a confeccionar y vender títulos falsos.
El costo de los documentos apócrifos variaba dependiendo del nivel educativo, así el título secundario valía $ 3.500, el de una tecnicatura costaba $ 4.500, el título terciario ascendía a $ 6.000, mientras que el universitario podía costar $ 20.000.
"Tenían sellos de organismos nacionales, de la Ciudad, de la Provincia de Buenos Aires, de Córdoba y de Mendoza. También, de funcionarios autorizados a legalizar los títulos, tinta y papel especial para imprimir analíticos de buena calidad. Todos estos elementos fueron secuestrados, como también una serie de títulos recién confeccionados que no llegaron a entregarse", informaron los investigadores de la causa que lleva adelante el Juzgado Federal N° 11 de Capital, a cargo de Claudio Bonadio.
Según publicó Clarín, el proceder de los estafadores era muy profesional, por lo que se percataban de no vender documentos que pudieran traerles complicaciones en el futuro como el título de médico, ingeniero o abogado.
Según explicaron los investigadores, "a nivel universitario se dedicaban más a las ciencias sociales. Ellos aseguraban que los títulos que vendían terminarían inscriptos en las dependencias pertinentes, que tendrían la validez de los legales".
El camino para llegar al título era muy sencillo: el interesado se enteraba de la oferta a partir de panfletos, páginas web o diarios. Luego se contactaban por Whats App con los productores del documento, una vez acordado el pedido, el comprador deba sus datos y tras abonar el dinero acordado, obtenían sus falso título. Además tenía la posibilidad de elegir si la titulación provenía de una institución pública o una privada.
Doce fueron los allanamientos que realizó la policía y allí "se desmanteló una imprenta que operaba de manera ilegal, donde se incautaron dos impresoras láser de última generación, dinero en efectivo y elementos tecnológicos utilizados para concretar los trabajos".
Según el secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro: "Estos estafadores pedían a sus clientes fotos carnet, copias de su DNI y los datos básicos para que, en menos de 48 horas, tuvieran su título en la mano".