Una organización criminal acusada de realizar defraudaciones por sumas multimillonarias en bancos e integrada por al menos 27 personas fue desarticulada tras una serie de megaoperativos en la capital cordobesa y otros puntos de la provincia, informaron hoy fuentes judiciales.
El fiscal de Delitos Complejos Enrique Gavier, a cargo de la investigación por estafas reiteradas y asociación ilícita, definirá durante los próximos días la situación procesal de los 18 detenidos que tiene la causa, en la que hay 3 prófugos y otros 6 que hasta este mediodía permanecían en libertad.
Según indicaron los voceros, los acusados fueron identificados como Alicia Ledesma, Arsenio Mansilla, Alex Bark, Bernardo Pandiella, Blanca Oliva, Carina Maggi, David Kasis, Emiliano Saerens, Estela Castro, Federico Mansilla, Gimena Savoy, Héctor Álvarez, Irma Noriega, Juan Barbosa, Leonardo Defaveri y Luis Romero.
A ellos se suman Luz Pandiella, Mariela del Carmen Pandiella Quiroga, Matías Gómez, Miriam Navarro, Paola Cabral, Rodolfo Suertegaray, Sergio Estévez Oggero, Sergio González, Verónica González, Verónica Vázquez y Zulma Jesús Brochero.
La investigación realizada por la Justicia constató que la banda consiguió llevar a cabo defraudaciones por cifras multimillonarias de dinero mediante un refinado procedimiento que consistía en falsificar documentos de identidad y otras acreditaciones para crear identificaciones ficticias de personas que percibían altos ingresos.
Con esos recursos, los delincuentes se dirigían a distintas entidades bancarias para obtener tarjetas de crédito y con ellas realizar compras en gran cantidad y de mercadería de lujo en distintos comercios o por Internet.
Además, los pesquisas señalaron que los integrantes de la organización eran capaces de portar hasta cinco DNI por persona, con la misma fotografía pero distintos nombres, y de fraguar escrituras, certificados de buena conducta, recibos de sueldo y todos elementos necesarios para realizar las estafas.
Las fuentes judiciales explicaron que la capacidad de daño de los delincuentes fue tan elevada que consiguieron realizar un cuantioso perjuicio patrimonial a un número de víctimas que aún no fue determinado pro los investigadores.
En tanto, afirmaron que lograron dar con los primeros indicios de la existencia de la asociación porque algunos de sus miembros "cometieron el error" de adquirir bienes registrables, como vehículos, mientras que otros compraron electrodomésticos de alta gama y otros bienes de valor.
En ese sentido, agregaron que aunque aún no se constató si esos productos eran destinados en su totalidad a uso personal o para una posterior comercialización, el nivel de vida que llevaban algunos integrantes del grupo era "de primer mundo".
Los voceros detallaron que el grupo se manejaba con funciones diferenciadas, que incluían a quienes buscaban perfiles "ideales" en el veraz, quienes "tramitaban" la documentación, los especialistas en falsificaciones y los actores que llevaban a cabo las operaciones bancarias y las compras.
Entre ellos también se identificaron algunos miembros que prestaban sus domicilios para recibir productos adquiridos por Internet, algunos de los cuales presentaban garantías de alquiler falsas y proveían a la banda de teléfonos celulares y desbloqueaban líneas.
Además, dos de los imputados, Sergio González y Bernardo Pandiello, montaron dos supermercados equipados con impresoras, cámaras de seguridad, computadoras, cajas registradoras, fiambreras y otros enseres comprados con identificaciones apócrifas.
Esos locales, de nombre "Más", funcionaban en las calles La Plata al 600, del barrio Juniors, y en Los Ticas al 2300, en la zona de Residencial América de la capital provincial.