Una investigación que se extendió por dos años terminó con la detención de un sujeto sindicado como el líder de una banda dedicada a producir cocaína en Mendoza. La aprehensión ocurrió el jueves por la tarde en Godoy Cruz, aunque en 2014 se había desbaratado el laboratorio que comandaba.
El 31 de julio de hace dos años, la Policía encontró en una casa de calle Pucará de Luján de Cuyo un laboratorio donde se producía cocaína, lo que comúnmente se conoce como "cocina". El hallazgo sorprendió a muchos porque era uno de los más grandes laboratorios descubiertos hasta ese momento en la provincia.
La propiedad estaba enteramente destinada a la producción del estupefaciente y apenas había una habitación para quien se quedaba como "custodio" del lugar.
Los traficantes no eran para nada improvisados: tenían precursores químicos y elementos para estiramiento y corte. "Era un lugar con muchos detalles.
Pocas veces habíamos visto algo así", dijo una fuente consultada por Los Andes.
Pero la dedicación que habían puesto en la producción la perdieron a la hora de ocultar rastros. En los envases de los distintos precursores dejaron los números de registros correspondientes a la compra y el nombre de la droguería, lo que sirvió para individualizar al propietario del laboratorio.
Este trabajo se hizo a partir de la "colaboración" de la droguería en cuestión con el Sedronar y la división de Narcotráfico de Aduana y de Precursores Químicos, ambas pertenecientes a Lucha Contra el Narcotráfico de la provincia.
Importación y exportación
Con esta punta de investigación, los policías lograron ir armando un rompecabezas que apuntó directamente a Rodolfo Tejada (35); él figuraba como dueño de la propiedad y también como quien había hecho las compras de los químicos, explicaron fuentes policiales.
Lo llamativo es que para comprar este tipo de elementos hay que estar inscriptos y tener una habilitación del Sedronar y Tejada ni siquiera tenía un empleo conocido, por lo que en este caso fallaron los controles por parte de los vendedores de precursores químicos.
A la pasta base la traían del norte del país. Una vez en la casa de Luján la trataban con químicos y la estiraban para luego introducirla en el mercado.
Una parte de la producción se quedaba en Mendoza y la otra era enviada a Chile.
Durante casi dos años, Tejada se mantuvo prófugo pero sabía que lo buscaban desde que se desbarató su cocina. "Él era el líder de la banda, el jefe", agregó la fuente consultada.
Pese a ser buscado por la Policía, Tejada no abandonó el negocio de la cocaína. Siguió traficando a modo de delivery en el Gran Mendoza y en el Valle de Uco hasta que el jueves fue detenido.
Después de localizarlo y tras varios días de seguimiento, la Policía lo aprehendió mientras manejaba su VW Fox color negro cuando circulaba por Viamonte y Federico García Lorca, de Godoy Cruz. En su poder tenía 6.500 pesos y cinco celulares, los que serían utilizados para coordinar la distribución de la droga.
Con la captura del líder (tiene un amplio historial delictivo en cuanto a estupefacientes), los investigadores piensan que se desbarató la banda, aunque las investigaciones continuarán.
Tejada quedó a disposición del Juzgado Federal 3, cuyo titular es Marcelo Garnica, y de la Secretaría Penal "E", a cargo de Ivana Aramendi. Ante ellos deberá responder por infracción a la Ley de Estupefacientes 23.737 el lunes que viene.
