Las empresas que declaraban ventas en 2005, cuando comenzó a aplicarse el decreto, eran 57. Actualmente, la cifra ya es de 90, aunque el presidente del INV, Guillermo García, destacó que ya son 122 las fábricas de espumantes en Argentina, y que "desde 2005 hasta la fecha las bodegas han dejado de tributar más de 397 millones de pesos en impuestos internos, una cifra muy importante para nuestra vitivinicultura que obviamente tiene el correlato en una cifra aún mayor de inversiones".
Asimismo, en ese período, según lo confirman los números de Bodegas de Argentina, mientras las exportaciones FOB treparon de U$S 8 millones a U$S 21 millones, los despachos al mercado interno pasaron de 25 millones de botellas a 42 millones.
Pero no todos son datos positivos los que se destacan al repasar los beneficios. En cada período hubo un sobrecumplimiento del compromiso de inversión que hasta 2008 fue superior al 100%, pero que al año siguiente cayó al 15% y en 2011 fue inferior al 10%: en números, significa que en 6 años la brecha se redujo de $ 30 millones a sólo $ 3 millones (ver cuadro). Algo que desde el sector insisten en atribuir a la suba de costos que impactó en las exportaciones y en los presupuestos anuales.
